Durante el verano procuro no viajar demasiado. Y si viajo, leo muy poco porque la emoción de “vivir” no me deja tiempo para mucho más. Este verano que acaba ahora mismo ha sido pues fructífero en lectura, aunque éstas hayan estado acorde con mi estado de ánimo: poco propenso a más trabajos “de Hércules” intelectuales.
Sin embargo, quero seguir haciendo hincapié en la conveniencia universal de la lectura. ¿Acaso alguien negaría los beneficios que el cuerpo obtiene del hecho de hacer ejercicio? Entonces, ¿Qué nos convence de que el ejercicio intelectual -la lectura, por ejemplo- es prescindible para la mente? Sé que son multitud las personas que han decidido NO LEER, convencidas de que “no es necesario” o argumentando que “no les gusta” o “no tienen tiempo”. Por experiencia propia puedo asegurar que un tiempo moderado de lectura a la semana (y no digamos diario) aporta a la mente y al espíritu la satisfacción de saber que la imaginación y la curiosidad siguen en activo. Y los haces de neuronas despiertos. Casi nada.
Hago hincapié en que este post trimestral no es publicidad para que la gente compre ciertos libros, sino aliciente para LEER. Que no es lo mismo…aunque parezca igual.
Lecturas livianas: (para pasar el rato y sin que inviten a la reflexión profunda)
“Autorretrato sin mí” de Fernando Aramburu (2018). Después del exitazo de “Patria”, todos sus lectores habíamos situado nuestras expectativas en la parte más alta del listón. Sin embargo, esta obra poético/íntima es algo diferente. Me ha gustado, sí, pero como me gusta desde hace años todo lo de Aramburu. Ha pasado al plano “intimista” y ahí es un poco más difícil seguirle. No obstante, vale la pena. 7/10
“Sharko” de Frank Thilliez. (2018) Mi auto-regalo para leer en el jardín. Sharko y Hennebelle son policías, pareja y luchan por lo mismo. El género negro francés (polar) me gusta muchísimo y siempre lo “ataco” con ilusión. Bien escrito y descritos los personajes este autor no me ha defraudado en ninguna de sus obras leídas (que creo que han sido todas las publicadas) 7/10
“A corazón abierto” de Anna Gavalda (2017) Título original “Fendre l’armure” que quiere decir agrietar la armadura, la que todos llevamos puesta para sobrevivir en un mundo en el que se busca el amor a la vez que se le teme… Relatos extraños y fascinantes. Un bonito libro para hacer un regalo. 7/10
“El regreso del Catón” de Matilde Asensi (2015) Secuela de otro libro de parecido título que es larguísimo y se presenta lleno de nombres y de datos históricos. Son descripciones eruditas sacadas directamente de la bibliografía en que se basa la obra. Como el tema histórico me interesaba lo he terminado, pero leyéndolo al final en diagonal. Una pena. 5/10
“Mujeres de luz” de María Vallejo Nájera (2018) Me gusta conocer las historias de mujeres extraordinarias y más si están contadas por mujeres escritoras. Pero esta obra tiene en mi opinión un defecto garrafal: que no es otro que las protagonistas (Cleopatra, Maria Callas, etc.) narran en primera persona sus vidas dirigiéndose directamente a la escritora. Un despropósito total literariamente hablando. Y una pena. 5/10
“Plataforma” de Michel Houellebecq (2001) (Relectura) Me temo que el autor escribió este libro en la época en la que andaba deprimido, soñando con que todas las mujeres se desnudaban en su presencia y era algo así como un “machoman”. Se le ve el plumero, faltaba más… 5/10
“Los perros duros no bailan” de Arturo Pérez Reverte. (2018) Me lo prestó un amigo en el convencimiento de que me gustaría por tratarse de una novela donde los protagonistas son los perros que hablan, piensan y sienten…mejor que los humanos. Prescindible completamente y muy decepcionante. 5/10
Lecturas enjundiosas: (que ayudan a incrementar el acervo cultural a la vez que estimulan el intelecto)
“Señores niños” de Daniel Pennac (1998) Relectura de una obra estupenda, reflexiva y divertida. Tan sólo hay que imaginarse que una mañana cualquiera se cambian los papeles y los niños pasan a ser los padres y los padres tienen que hacer de niños. Creo que ha sido libro de obligada lectura en las escuelas francesas durante años. Una joyita. 8/10
“Las partículas elementales” de Michel Houellebecq. (1998) Relectura. Este autor nunca me deja indiferente por eso lo vuelvo a leer de vez en cuando. Si te gusta Houellebecq puede que este sea el libro que mejor recordarás, mitad novelado, mitad reflexionado, no deja títere con cabeza. Sus temas de siempre: el sexo, la angustia, el sexo, el caos, el sexo, la depresión, el sentido de la vida, el sexo…¿sigo? 8/10
“Mujeres enamoradas” de D.H.Lawrence (1919) (Relectura) Cae de nuevo este libro en mis manos con el recuerdo de que, en su día, hace lustros, me pareció “muy bueno e inteligente”. Ahora, pasados esos lustros, me cuesta seguir al autor, sus recovecos intelectuales y ditirambos filosóficos. Busco en sus líneas a la lectora que fui y no la he encontrado. 7/10
Lecturas con peso específico: (para sustraerles la sustancia a base de neuronas.)
“Las brujas no se quejan” de Jean Shinoda Bolen (2003) De la autora de “Las diosas de cada mujer” y creadora actual de los “Círculos de Mujeres”. Una pequeña joya de sabiduría para mujeres mayores, mujeres ancianas, mujeres sabias…y brujas. El regalo de una amiga que me conoce bien y sabe qué me conviene leer. (Gracias Ángela) 9/10
“Confianza en uno mismo” de Ralph Waldo Emerson. Desconozco el año en que se escribió el libro, pero el autor vivió entre 1803 y 1882. Otra amiga que me regala un libro para ayudarme en el siempre tan difícil crecimiento interior. Este ensayo destila humanismo y confianza en el ser humano. Falta nos hace a todos. (Gracias Marian) 9/10
Lecturas atragantadas: (que pretendían ser interesantes y que no he podido llevar a buen puerto)
“Asesinos inocentes” de José Javier Abásolo (2011) Había leído algo de este autor bilbaíno de novela negra y no me parecía mal. Pero esta obrita carece de ningún valor porque los personajes son trillados, superficiales y carentes de interés.
“Y colorín colorado, tú” de David Safier (2017) Este autor se subió en la cresta de la ola con algunas novelas bien publicitadas además de simpáticas: “Maldito karma”, “Jesús me quiere” y algunas más. Ésta, infumable desde el principio. Por cierto que el título original es “Traumprinz” que quiere decir algo así como “Príncipe azul”. Igualito que el título que le han puesto en español…
“Laetitia o el fin de los hombres (2016) de Iván Jablonka. A pesar de ser una historia de horror de no ficción, no he podido abundar en el terrible asesinato y posterior descuartizamiento de una joven de 18 en Nantes en el año 2011. Es el relato pormenorizado del horror y aunque todo el mundo diga que es un libro “buenísimo de obligada lectura”, yo comencé a estremecerme y lo tuve que dejar. Cosas mías de mi pelea con la realidad y el morbo. https://elpais.com/cultura/2018/01/27/actualidad/1517057144_580430.html
“Cadáver exquisito” de Agustina Bazterrica (2018) Nos habla de “granjas de seres humanos para el consumo”. Tema desagradable, obviamente. Tengo que elegir mejor en la biblioteca para no disgustarme perdiendo el tiempo con nefastas y pobres narrativas del tres al cuarto.
“Farsa” de Thomas Erikson. (2011) Cien páginas leídas y un batiburrillo de personajes me supera el ánimo. Trama con los pies en el lugar de la cabeza. Una pérdida de tiempo, incluso para las vacaciones…
*La puntuación es fruto de una opinión personal que no tiene más valor que el que uno le quiera dar…
Felices los felices
LaAlquimista
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(*) Foto de Geribody