Han pasado tres meses desde que publiqué el último resumen de mi actividad lectora. Tres meses en los que he podido disfrutar de paz y calma y sosiego y silencio (a la sombra o a cubierto) de unos cuantos libros que, como todo en la vida, me han ofrecido contradicciones, altibajos, decepciones y pocas alegrías. Pero qué le vamos a hacer: yo agradezco a los escritores que se tiren meses (o años) pergeñando historias que luego van a caer en mis fauces lectoras y nada profesionales, pero ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito y por eso comparto aquí mi opinión…que será válida o no según quien la valore. Como los libros, a fin de cuentas…
Lecturas livianas: (para pasar un buen rato y quizás hasta para reflexionar otro rato.)
“Tres enigmas para la organización” (2024) Eduardo Mendoza (Barcelona 1943-) 407 Páginas.
De Eduardo Mendoza ya está dicho casi todo. Loas y alabanzas por sus novelas premiadísimas y los galardones recibidos (Premio Cervantes 2016). ¿Quién no ha leído “La verdad sobre el caso Savolta”, “La ciudad de los prodigios”, “El misterio de la cripta embrujada”, “Sin noticias de Gurb” o la maravillosa “Riña de gatos”? Tiene ahora mismo 81 años y sigue a lo suyo con más o menos ganas según los días. Esta novela es disparatada tirando a esperpéntica y se burla de los “agentes secretos” –que los hay en España y muchos- y hace risas con las miserias de los “super-héroes”. Es una novela divertida de leer y se agradece el regalo distendido de la risa y la facilidad en la lectura. Además –y no es poco- está escrita en un riquísimo castellano que desempolva palabras y términos de un exquisito cultivado. Si alguien no lo conoce que no pierda el tiempo y empiece a la voz de YA a leerle… Adjunto el artículo/elegía que escribió hace poco por el fallecimiento de su gran amigo Francisco Rico. Qué mejor que el lado humano del escritor…‘.
https://elpais.com/…/en-la-muerte-de-francisco-rico-por… 7/10
“Donde no llegan las sombras” Jordi Llobregat (2023) Valencia 1971.) 477 Páginas. Misterio.
De entre todos los libros que me meto entre pecho y espalda cada mes procuro que siempre haya uno de intriga o suspense. Se le llama “novela negra” –aunque la sangre sea roja- o “thriller”, que es un palabro inglés que todos sabemos pronunciar rematadamente mal, pero que es exactamente lo que he dicho antes.
No conocía al escritor Jordi Llobregat hasta que he abierto sus páginas escritas sobre crímenes en los pueblecitos de Lleida, en la Vall d’Aran –que son lugares que conocí hace años por colateralidad familiar-. El autor es valenciano o sea que a saber por qué ha ubicado los crímenes en el norte de Catalunya… Crímenes, crímenes y más crímenes. Niñas púberes secuestradas y asesinadas (por lo menos no abusadas, por favor) y personajes retorcidos, enfermos mentales con título universitario y ejerciendo una profesión, la típica inspectora de policía a la que se le va la pinza demasiado a menudo; en fin: personajes abyectos para hacernos creer que lo que pasa en la imaginación del autor no tiene nada que ver con la realidad. La he leído entera –son muchas páginas-, pero procurando no hacerlo nunca antes de dormir, que las pesadillas se nutren siempre de lo que hemos hecho alguna vez (porque es real leer un libro). Y con esta lectura, ya he cumplido con mi cupo de “novela de intriga y misterio” hasta dentro de varias semanas… 7/10
“Hacia la belleza” David Foenkinos (2018) (Paris 1974-) 197 Páginas
Aprecio las reseñas lectoras de mis amigas y me he procurado una lectura dulce y “bella” para unos días que llegaban pidiendo tranquilidad. Foenkinos es una mezcla entre filósofo y gurú vende humo, todo hay que decirlo, y a veces acierta y otras, pues no. En este caso se ha quedado a falta de cincuenta páginas; es decir, que me he quedado con ganas de leer más sobre la belleza pictórica a la que alude y menos quizás sobre el horror que se esconde tras la miseria humana de uno de sus más pobres personajes. Es un libro bello y triste a la vez, que nos hace pensar. Porque ¿qué harías si con dieciséis años te violara tu profesor de dibujo y te amenazara con hundir a tu madre si lo cuentas? De eso va el libro, de la fuerza física y social de un hombre mayor sobre una adolescente…la belleza es el escudo protector que, desgraciadamente, no protege.
Conclusión: hay que denunciar. Siempre. Cueste lo que cueste socialmente porque si no…el precio a pagar será el dolor y quizás la muerte en vida. 7/10
“Mundo extraño” de José Ovejero. 2018 (Madrid 1958) 186 pagínas.
Los relatos de Ovejero te dejan clavada de tal forma que no se puede (ni se debe) leer dos seguidos; hay que digerir, rumiar, experimentar en profundidad lo intenso de las palabras escritas.
He llevado el libro en la “tote bag” y los he ido degustando en la calle, en los descansos cafeteros de los paseos matutinos con la perrita Gaia, en los bancos del parque…Y leídos en soledad y el mayor silencio posible, por supuesto. Puntazo. 7/10
“Neptuno no hace prisioneros” Patxi Oyaga (aka Patxi Oop) (2022) (Donostia 1961) 155 páginas. Relatos.
Teniendo como “campamento base” la isla de Ibiza, estos relatos se pasean por los años sesenta y los orígenes del turismo primigenio pasando por las “invasiones bárbaras” y acabando en la mafia rusa.
No he estado nunca en Ibiza –ni en ninguna de las islas baleares, cosas del destino- y ahora ya no me queda otra que “visitarla” literariamente. “Una jugarreta del destino”, el mejor de todos en mi opinión. Seguiré “navegando” por esas aguas ibicencas en el próximo libro. 7/10
“Paris despertaba tarde” de Máximo Huerta (2024) (Utiel 1971) 465 Pags. De Máximo Huerta leí en 2021 “Con el amor bastaba” y le puse un 5. En 2022 me sorprendió con “Adios pequeño” un delicioso relato del amor hacia una madre y le puse un 8. “La parte escondida del iceberg” (2017) me dejó buen sabor de boca y lo puntué con un 7. Sin embargo, -qué difícil es que lo bueno dure- esta novela me ha dejado la impresión de ser una especie de refrito romántico con personajes reales en situaciones inventadas. París, 1924, Kiki de Montparnasse, Modigliani, La Coupole, Montmartre y el baron de Coubertin… Como si hubiera pillado todas las efemérides de ese año y hubiera puesto a bailar a los “personajes” en esa pista de baile. Sé que Huerta es un tipo genial –a mí me lo parece, malgré tout-, pero me da por pensar si “se debe a su público” y éste se ha convertido en una amalgama de señoras con las canas sin pintar que sueñan sueños perdidos a través de sus páginas.
No ha dado la talla, mi talla, esta vez. Ya me da rabia, ya, pero si eso es lo que le hace feliz a él…pues que sea feliz entre los felices. 6/10
“Ensayo general” Milena Busquets (2024) (Barcelona-1972) 151 Páginas
Ya había leído algo de ella anteriormente porque la metieron con calzador editorialmente por ser la hija de quien era. Y no siempre de casta le viene al galgo. Se limita la Sra. Milena a ofrecernos pinceladas glamurosas de su infancia burguesa y privilegiada; nos explica que los auténticos jerseys de cashemere siempre hacen bolitas y de que le estomagan las fiestas, los vernissages, el palco del Liceo (de su abuelo) y los eventos sociales de la gauche divine heredada. También nos cuenta que ha tenido muchos amigos, muchos amantes y que a los once años ya había estado en Venecia. Y los veranos en Cadaqués. Y la relación amor/odio con su madre, la escritora/editora Esther Tusquets (“El mismo mar de todos los veranos”).
Y que conoció a Javier Marías de refilón. Y que sus hijos se llaman Noé y Héctor y no tienen parangón ni en inteligencia ni en capacidades. Pues muy bien. Pero, sinceramente, este libro yo ya lo había leído hace casi treinta años… 6/10
“Pequeño hablante” (2024) Andrés Neuman (Buenos Aires 1977-) 132 Páginas.
Pues hay un hombre que ha sido padre y, maravillado, sigue y persigue cada día los avances de su criatura.
Lo hace desde una prosa poética que, sin ser deslumbrante, es agradable de leer.
Pero lo que a mí me maravilla es cuando un hombre se maravilla de la vida que traemos al mundo las mujeres, cuando ellos hacen una lectura bienintencionada de lo que es un hijo.
No se olvida este escritor de ir colocando frases elogiosas hacia la madre del niño que padece grietas en los pezones por darle de mamar, se desespera ante la falta de sueño y la ausencia total de descanso. Supongo que lo hace para “magnificar” la gran labor de la mujer mientras él, bastante tranquilamente, lo cuenta en este pequeñísimo libro –cada página no tiene más que un párrafo- que me ha dejado bastante sorprendida por su parquedad. Leído en poco más de una hora… En fin. 5/10
“Una muerte de libro” Miranda James (2023) (Mississipi. Dean James o pseudónimo) 339 Páginas
Dicen que es un hombre que escribe como mujer, que nació en EEUU no se sabe cuándo y que escribe libros de misterio con gatos como coprotagonistas. El caso es que me fastidia bastante no poder ubicar a un autor o autora en el origen de su proceso de escritura, pero el New York Times la tiene como “autora superventas” de la serie Cats in the Stacks Misteries. Se me coló este ejemplar en la bolsa en mi última incursión a la biblioteca pública y me he leído la historia de libros raros con asesinato incluido. Esta novela sin demasiado fuste es como un “alivio de luto” para digerir mejor otro libro que estoy leyendo a la par, mucho más intenso, mucho más reflexivo. Tengo que compensar para que no se me hagan gelatina las neuronas. 5/10
Lecturas enjundiosas: (que ayudan a incrementar el acervo cultural, a la vez que estimulan el intelecto)
“Pensión Lobo. Habitación 13” Ramón Lobo (2023) (Lagunilla-Venezuela 1955/Madrid 2023) 238 Páginas
¿Quién quiere leer los pensamientos de un hombre que sabe que se está muriendo? ¿Su aceptación de la muerte? El último capítulo de la propia biografía y que el autor sabía se publicaría de manera póstuma…
No es un libro fácil, pero es que Ramón Lobo tampoco debió de ser un hombre fácil. Su obra y su vida la conocemos porque él la fue contando (terrible “Todos náufragos” sobre la lucha con el padre) sobre todo los años en los que trabajó como reportero de guerra en los peores conflictos.
Este libro lo he leído despacito, tomándome mi tiempo y sin sentirme angustiada con la descripción detalladísima del camino irreversible hacia el final. Quimioterapia y todos los tratamientos que tuvo que padecer con la esperanza de ganarle tiempo a la vida y que no se lo llevara la muerte antes de los sesenta y nueve años. Su ilusión era poder ver la Champions en 2024… No pudo ser. Falleció en Agosto de 2023.
Un libro magnífico, un manifiesto extraordinario a mi entender y que me reafirma sobre lo que siempre he pensado que: “La muerte es un problema si no has vivido”. Ramón Lobo.*Libro comprado para mi colección personal. 8/10
“Baumgartner” Paul Auster (2023) (N.Jersey 1947.N York 2024) 216 Páginas
Tenía mucha curiosidad por leer la “novela póstuma” de Auster, la que se esforzó en dar forma y sentido cuando ya estaba atenazado por la irreversibilidad de la enfermedad. Pensaba o suponía que serían unas páginas con más “drama”, pero mira tú por dónde nos ha contado una historia llena de ironía, anécdotas entretenidas y pasa “como volando por encima” sobre el tema de la muerte propia, proyectando sus hipotéticos –aunque lógicos- miedos en hurgar en el duelo del protagonista por su esposa durante casi diez años. Es decir: que habla de la muerte pero como si fuera una “vieja y antipática conocida” a la que no apetece volver a invitar a casa.
El protagonista se llama S.T.Baumgartner y se refiere a él como “Baumgartner” y cita el nombre en cada párrafo, así hasta llegar a cientos de repeticiones del nombre: “Baumgartner, Baumgartner, Baumgartner”. Bueno, pues ni una sola vez lo he podido leer bien y me ponía nerviosa –debe ser una incipiente dislexia lectora la mía-. Por lo demás, hay situaciones cómicas y un final en abierto que te puede inducir a la carcajada existencial. Puro Auster, su sello indeleble. D.E.P 8/10
“Una historia particular” de Manuel Vicent (2024) (Castellón 1936-) 204 páginas.
*Por nada del mundo volvería a hacer un sacrificio parecido al de leer el “Ulises” de Joyce sólo por poder decir que lo había leído”. Esta frase genial –y tantas otras- nos llevan de la mano por la vasta pradera de sus reflexiones a los ochenta años bien cumplidos.
De nuevo Vicent nos conduce por sus recuerdos de la infancia que ya hemos leído en algunos otros de sus libros y va salpicando los años con jugosas anécdotas que están más cerca de la filosofía que de una existencia viajera como ha sido la suya hasta que, como no podía ser de otra manera, tuvo que “jubilar” el pasaporte. El cuerpo manda y la mente debe obedecer. Y ya no puede uno en empeñarse que sea al revés…Se nos pone nostálgico –buen recurso literario- como si le diera razón de ser a aquello de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Nostálgico, sí, pero también con los pies en el suelo que tiene que pisar cada día a sus casi noventa años. No sé si será su último libro, se intuye que sí, se reconoce cansado aunque no exhausto… Ha valido la pena leer este libro con el aroma a libertad que ha sido siempre el favorito de este hombre viajero y escritor. 7/10
“La criatura del deseo” de Andrea Camilleri (2023) (Agrigento 1925-Roma 2019) 155 Páginas. Camilleri arrasó en España con su personaje de Salvo Montalbano* el comisario siciliano de la inventada Vigàta y sus ayudantes (algo) esperpénticos. Sus novelas –pasadas al cine con poco acierto- presentan los personajes típicos de una Sicilia anclada en los años 60 y con la horrible Cosa Nostra de telón de fondo. Las leí todas, las tengo casi todas.
Pero Camilleri también ha buceado en otros muchos temas, escribiendo ensayos contundentes y muy interesantes. En este caso nos habla de la tortuosa relación de la viuda de Mahler, Alma, con el pintor Kokoschka, bien pasaditos de rosca los dos, sobre todo él que cuando ella le abandonó se hizo construir un maniquí imitando el cuerpo y el rostro de la mujer y lo llevaba con él de paseo…y más cosas. *”Montalbano” es un homenaje de Camilleri a su amigo y admirado escritor Manuel Vázquez Montalbán. Casi nada.
https://elpais.com/…/un-cretino-con-una-pistola-en-la… Para saber un poco más sobre este gran autor. 7/10
“La memoria de los animales” Claire Fuller (2024) (Oxfordshire 1967-) 313 Páginas Claire Fuller escribe muy bien y eso es lo que cuenta en estos momentos, hallar escritores que sepan manejarse con el lenguaje, con los conceptos, con la imaginación y, sobre todo, que no hagan el más mínimo insulto a la inteligencia del lector como hacen las editoriales que publican bodrios no-escritos por personajillos conocidos y que se van a vender como rosquillas. En esta novela, Fuller nos cuenta la pequeñísima distopía de la Covid-19 en Londres, donde un laboratorio pidió “cobayas humanas” para experimentar con la primera vacuna. Estamos en un hospital de ensayos clínicos y los “voluntarios” interactúan entre ellos desde todo el abanico de lo bueno y lo malo del ser humano. Es una novela esperanzadora –aunque no sea demasiado plausible-, pero la he leído con gusto ya que me ha proporcionado buenísimas sesiones de reflexión –que igual ya se me han olvidado-… 7/10
Lecturas con peso específico: para abandonarse a ellas en cuerpo y alma y aprender.
“Confianza en uno mismo” de Ralph Waldo Emerson. (2022) 80 Páginas Desconozco el año en que se escribió el libro, pero el autor vivió en EEUU entre 1803 y 1882. El regalo de un libro para ayudarme en el siempre difícil crecimiento interior. Este ensayo destila humanismo y confianza en el ser humano. Falta nos hace a todos. –Los libros que no pesan y viajan conmigo- Imprescindible en algún momento de la vida adulta. 9/10
“Manual de vida” EPÍCTETO. Siglo I b.c. (Grecia-Turquía) 184 Páginas. Filosofía.
“En el albedrío se funda nuestra serenidad. Estas dos cosas hay que tener a mano: que fuera del albedrío no hay nada ni bueno ni malo y que no hay que adelantarse a los acontecimientos, sino seguirlos”.Esta maravilla de libro es como “El libro gordo de Petete” pero para lectores conscientes y reflexivos. Ahí lo dejo. (Siempre lo llevo conmigo, no abulta, no pesa y, sin embargo, es oxígeno para la mente y luz para el espíritu). 9/10
Lecturas atragantadas: (que pretendían ser interesantes y que no he podido llevar a buen puerto)
“La invención del sonido” Chuck Palahhniukk (2024) Washington 1962-) 230 Páginas.
Autor de “El club de la lucha”. Lo he empezado dos veces y las dos he tascado el freno. Es una prosa agresiva –o a mí me lo parece- y no está mi horno para bollos. Así que lo dejo apalancado o descartado definitivamente. También me gusta leer a autores alternativos, pero si me van a cortar la digestión de la fideuá, pues como que no, me niego. Agur, Chuck, cuídate. —————————————–
“Vibración” de José Ovejero (2024) (Madrid 1958-) 361 páginas
Conozco al autor y me gusta su trayectoria ecléctica. Leo la contraportada del libro y dice: “Una joven pareja con una niña se instala en un pueblo del interior de España que languidece junto a un pantano”.
Llevo leídas 222 páginas y todavía no ha aparecido “la pareja con una niña”.
Estoy desconcertada… ¿Habrán equivocado en la editorial la reseña del libro cambiándolo por otra historia? ¿El señor Ovejero me está mostrando a todos los habitantes del pueblo moribundo desde las guerras de nuestros antepasados hasta el día de hoy? No encuentro la ilación del relato por ningún lado y, de verdad, me he cansado ya de intentarlo por mucho que quiera no ser desconsiderada con el trabajo de un buen autor.
Cansancio. No puedo más. (Si alguien lo ha leído y quiere hacer la obra de caridad de explicarme y ayudarme, le estaré muy agradecida).
“Una liturgia común” de Joan Didion (2024) (Sacramento 1934-NY 2021) 255 Páginas.
Extraño y complicadísimo. Mejor no licuarme los sesos que hace mucho calor. ————————————
La puntuación es fruto de una opinión personal que no tiene más valor que el que uno le quiera dar…
Felices los felices (Y los que leemos…mucho más)
LaAlquimista
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