Llévame a Paris, sin aspavientos,
como el camino conocido de vuelta al hogar.
Llévame a Paris, en silencio,
que el paso cotidiano nos guíe
por los muelles del río viendo rielar,
su superficie estremecida
de risas y lamentos antiguos y eternos.
De la mano contigo,
en el Paris de todos los sueños
soñados alguna vez, quiero estar.
Una vez más, y como si fuera la primera
compartir volviendo a inventar.
LaAlquimista
Fotos: C.Casado