Cuatro años de Blog. Cuenta de Pérdidas y Ganancias | A partir de los 50 >

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Cecilia Casado

A partir de los 50

Cuatro años de Blog. Cuenta de Pérdidas y Ganancias

  

Casi se me pasa la efeméride. Si no llega a ser porque me lo han recordado, me pierdo el cuarto aniversario de la creación de este blog de mis entretelas. Supongo que me ha pillado el toro con el “jet-lag emocional” que llevo encima, que el viaje a Mexico para asistir a la boda de mi hija me ha devuelto a mi tierra con la maleta abollada y el corazón sin encontrar su asiento ni su aposento.

Pues sí, ya llevo cuatro años dándole a la tecla y publicando mis vicisitudes vitales en este lugar virtual que lanzo casi cada mañana al espacio cibernético gracias a la factura que pago mensualmente a mi proveedor de telefonía sin hilos.

Quería contar aquí que, cuando me enfrenté a una prejubilación inesperada, enseguida se me ocurrió la idea de escribir un blog y registrarlo en Blogger y “patentar” el nombre, “A partir de los 50” para que fuera explícito el cariz de los contenidos y la intención de lo escrito. De esta manera, llevo cuatro años manteniendo correspondencia intermitente con personas de todas partes del mundo, pero sobre todo con lectores hispano-hablantes de América.

Principalmente con mujeres que se ven sorprendidas por la libertad de acción que podemos tener las mujeres en España mientras que ellas, maldita sea, están todavía sometidas a “leyes no escritas” de sumisión, falta de libertad y ausencia de oportunidades.

Lo de publicar el blog en DV.com vino después –previa solicitud por mi parte a la dirección del rotativo- y mis intervenciones (que quedan a nivel local) no pasan de ser anécdotas para que me conozca la cajera del colmado de la esquina. Aunque otras cosas hemos hecho entre todos; como formar un grupo de gente variopinta que se junta de vez en cuando para hablar de lo divino y de lo humano con un sano epicureismo de andar por casa y con pocas o ningunas pretensiones de “sentar cátedra”.

En estos cuatro años que llevo dedicándome con fruición a escribir y contestar a quien a su vez me escribe he tenido que afrontar algunas pérdidas y apuntar no pocas ganancias.

Las primeras han sido –lo fueron en su día- escandalosas. En el sentido de que hicieron bastante ruido en mi pequeño círculo vital y se produjeron por la sorpresa y renuencia por parte de mi familia a aceptar que yo pudiera “contar cosas” que no debían salir del ámbito de lo privado. Dije en su día –y creo que repetiría ahora- que contra el vicio de escribir…la virtud de no leer. Poco más.

También estuve a punto de perder la paciencia en varias ocasiones gracias a varios “trolls” que se me colaron en el blog y pusieron a prueba mi capacidad de resistencia (y la paciencia del resto de lectores). Fueron tiempos de mucho “ommmm…” y de aprender a no tomarme las cosas de manera personal.

El resto, han sido todo ganancias desmesuradas. Si tuviéramos que pagar impuestos a Hacienda por las buenas vibraciones, los nuevos amigos, la solidaridad, el cariño y el buen rollo… estaría arruinada completamente.

Ganancias emotivas, ganancias espirituales, ganancias vitales. De dinero, ni un chavo, que conste, pero en estos tiempos que corren prefiero ir guardando valores humanos que valores “de los otros” a plazo fijo en un banco. Estoy segura de que, cuando me vengan mal dadas, los “humanos” se habrán revalorizado y de ahí seguiré sacando energía para seguir siendo (moderadamente) feliz y peleando con la vida y -a veces y todavía- conmigo misma.

Me he ganado también algunas envidiejas que me han dejado pasmada. E incluso reproches con poco fundamento en unos tiempos en los que el concepto de la palabra libertad ya debería formar parte del aprendizaje social de cada persona humana… por lo menos en esta tierra del norte de España.

Así que voy a seguir por este camino que me está deparando no pocas satisfacciones, sobre todo por los nuevos amigos REALES que me ha sido dado conocer y cuya amistad –e incluso tan sólo por ella- habría valido la pena el esfuerzo de estos cuatros años.

Personas reales de aquí al lado que empezaron leyendo mi blog y acabaron viniendo a cenar a mi casa. No puedo dar nombres (¿de verdad que no puedo dar nombres…?) Pues yo creo que sí…

Así que dedico el último párrafo del post de hoy a agradecer con todo mi corazón el cariño y la amistad a (por orden de aparición en mi vida): Paki, Cris, Lourdes, Rosaura, Tereza, Beli, Estibalitz, Edurne, Nekane, Ana y Anuska, Margi y Marga, Belén, MariCarmen y Carmen, Teresa y Maite, Josefa, Luisa, Elvira, Begoña, Eva, Ainhoa, Feli, Sandra, Patricia y Oihane. Y a Garmendia, Joserra, Imanol, Patxi, Iñaki, Mariano, Mitxel, Jon, Fernando, Manu, Koldo y Fabián. Y a todos aquellos que, tras un nick, también han compartido el mismo espacio lúdico/afectivo que todos los demás. Ah… ¡y al de las torrijas, que sin él, muchos de los post no habrían podido ser escritos…

 En fin.

La vie est belle!

LaAlquimista

Por si alguien desea contactar:

Apartirdeloscincuenta@gmail.com

 Foto: Amanda Arruti. Ventana en Paris.

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


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