Una de las estupendas posibilidades que proporciona un blog o bitácora –en alusión a los cuadernos de bitácora o cuadernos de viaje que se utilizaban en los barcos para dejar constancia escrita de los avatares del viaje- es la de que los lectores puedan interactuar con el autor del blog compartiendo opiniones y comentarios y dejando constancia escrita de ellos.
Puede que yo sea “la madre superiora” de este convento, pero no hubiera salido adelante sin los lectores participativos y la serie de “hermanas” y “sacristanes” que pululan habitualmente por aquí. Así que he pensado que una vez a la semana, digamos que entre el sábado y el domingo, a quien le apetezca “revelar su rollo” privado en el blog pueda hacerlo y los demás le leeremos con fruición y hasta comentaremos su artículo.
Porque estoy segura de que tenemos muchas vivencias que nos apetece compartir y esta puede ser una pequeña plataforma para ello. Quizás los temas que elija no sean los más habituales pero estoy segura de que cada uno sabrá condimentar su particular guiso de una forma que el resultado sea algo sabroso de degustar. El primero podría ser –ya que estamos inmersos en ella- la lluvia. Recuerdos que vienen mojados por agua de lluvia. Seguro que tenemos muchísimos.
Mis pequeñas historias ya las conocéis todos; ahora me apetece muchísimo leer las vuestras, así que ánimo y como en el chiste: “revele aquí su rollo”.
Chiste.-
– “Entra un tipo en una tienda de fotografía y se dirige a la dependienta con cara compungida. “Mire usted, señorita, es que mi mujer me ha dejado después de casi veinte años, que dice que soy aburrido y que conmigo la vida es un asco y que está harta de que mi madre se meta en todas las cosas del matrimonio y…”
– Oiga, pare el carro, pero…¿qué me está contando
usted a mí?
– Ah, yo…esto…, como ponen ustedes un letrero que
dice “ENTRE AQUÍ Y REVELE SU ROLLO” pues…
En fin.
LaAlquimista