Ni Black Friday ni puñetas | A partir de los 50 >

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

Ni Black Friday ni puñetas

 

El sábado pasado el colmado de la esquina hizo una oferta alucinante: cualquier compra realizada ese día generaría un bono por el 25% de lo gastado. Eché mis cuentas –como todo el barrio- y decidí proveerme de un buen “fondo de armario de cocina”. Me dejé 100 pavos y me dieron un vale por 25. ¡Genial! Ahora tengo papel higiénico y pienso para el perro hasta semana santa. A cambio de tanto gasto inusual y extemporáneo la tienda en cuestión debió hacer una caja desbordante y yo (no sé si el resto de vecinos) volví a casa atacada de los nervios porque me tropecé con medio mundo en el pasillo de los aceites, hice una cola de veinte minutos o así para pagar mientras escuchaba diversas filosofías sobre el tiempo y volví a casa arrastrando el carrito como si llevara mis muchos pecados dentro. En la cocina amontoné malamente lo comprado y, cuando paré, me di cuenta de que se me habían ido cien euros junto con la mañana y para colmo me había puesto de mal humor. También me sentí un poco tonta, pero eso se me pasó enseguida.

Hoy mismo volvemos a las andadas con otro invento americano importado sin pagar aranceles. El ridículo –para nosotros y lucrativo para quien lo organiza- “Black Friday” que tendrá razón de ser en EEUU por aquello de que allí parece que lo de las compras navideñas es algo que necesitan promocionar mientras que aquí está el tema tan arraigado que no veo la necesidad de echar más leña al fuego.

¿Nosotros, españolitos consumidores de toda la vida, hacer las compras de Navidad con un mes de anticipación…? ¡Vaya aburrimiento! Nosotros gastamos como el que más –nos van a enseñar a consumir estos americanos- pero lo hacemos a nuestra manera: en el último momento, divirtiéndonos y disfrazando el estrés en lúdico hobby de acarreo de bolsas y papel de regalo.

¿Qué gracia tiene comprar los regalos de Olentzero o de Reyes cuando no han encendido todavía la iluminación navideña ni puesto los belenes ni suenan villancicos a machamartillo en las tiendas habituales? ¡Ninguna!

Dile tú al marido (un marido cualquiera) que se angustie pensando qué comprar un veintisiete de noviembre cuando él está acostumbrado a posponer ese temblor neuronal hasta la misma tarde del veinticuatro de diciembre…

Dile tú a la madre –cuñada, suegra o abuela- que se prive de pasarse un par de semanas enteras haciendo listas, comparando precios, mirando tiendas, estirando o ensanchando presupuestos para poder agasajar a sus familiares y “quedar bien” incluso con los que le caen fatal…

Dile tú a quien espera como agua de mayo la paga de Navidad para poder comprar langostinos, turrones y cava de marca blanca que empiece a gastar lo que no tiene un mes antes en absurdeces con el precio aumentado para luego rebajarlo (constatado y denunciado en muchos casos).

¿Y todo para qué? Pues para no dejar pasar el Black Friday del consumo –que esconde bastante TCC (Trastorno de Compra Compulsiva)- y ser como son “ellos”, tan listos exportando eventos, celebraciones y fiestas, que ya nos han metido hasta el corvejón el dichoso Halloween y ya sólo falta que alguien decida que también en Europa hay que celebrar el Thanksgiving (Día de Acción de Gracias por la buena cosecha, vaya usted a saber de qué) con pavo hormonado de seis kilos y tener que añadir otra cuchipanda familiar a la larga y angustiosa lista de fechas en rojo en el calendario navideño.

Así que, después de haber reflexionado ante una taza de humeante té, he decidido oponerme firmemente al Black Friday y hoy no voy a comprar nada de nada. Y todo lo que me ahorre lo guardaré para cuando a mí me apetezca gastar, no cuando me digan los avispados comerciantes de turno que tengo que hacerlo.

En fin.

LaAlquimista

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


noviembre 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30