Si hablo de sexo se me revuelve la peña, si me pongo etérea unos se me burlan y si profunda otros se me escapan; cuando relato recuerdos me dicen nostálgica y si invento sueños me tachan de ingenua. Denunciar miserias es oportunismo y tener conciencia social vende poco; de política ni hablamos y la religión la obviamos y como tampoco nos gusta el fútbol… ¿de qué puñetas hablamos?
Que lo decida cada uno. Hoy me quito el guante, me lavo las manos –en plan Pilatos- y os lo arrojo –el guante que me he quitado antes-. A ver si hay suerte y para el lunes lo ha recogido mucha gente. Yo me comprometo a devolver la pelota a quien me la tire, a no dejar ningún pulso por resolver. Y me explico para que nadie diga que no se me entiende.
Os dejo el blog abierto para que saquéis cada uno el tema que más os apetezca; si todo fluye como hasta ahora, conseguiremos arrastrar en la corriente de palabras e ideas al resto de compañeros participantes e igual –pero esto no es más que un deseo mío- conseguimos inventar una bonita tertulia virtual para animar este fin de semana que se avecina con poco sol (aunque aquí dentro haya muchas luces.)
Que conste que me sonrío con todo el cariño del que soy capaz –que no es poco- cuando me cuelgan el cartelito de “jefa”, (no es ése mi punto flaco), pero no puedo decir que me agrade. Así que hoy os toca a vosotros llevar las riendas, a ver si somos capaces de sorprendernos los unos a los otros. De entrada, ya os habré sorprendido (un poco) dejando el espacio vacío y en blanco. Ahí va; llenadlo y hacedlo rebosar para que disfrutemos todos.
En fin.
LaAlquimista