Pero que hago yo aquí?????
Esta es la pregunta que me he hecho hoy miles de veces!!
Estoy loco, esto no merece la pena, que razón tiene mi mujer, no pienso volver, maldita locura y muchas mas cosas circulaban por mi cabeza una y otra vez durante los últimos 40 kilómetros de la primera etapa de la Transpyr!!
Pero al cruzar la meta el discurso ha cambiado. Bueno, esta ya esta hecha, a ver como me recupero para la de mañana, voy a darme masaje que viene bien, baño de agua fría, no tengo que forzar tanto.
Y es que la cabeza cada vez busca lo que mas le conviene, lo que hay que hacer es intentar llevarla por donde mas te conviene, que no es fácil claro.
El día amanecía temprano en Roses, con el cielo encapotado. Iñaki y yo a las 6 estábamos desayunando, y poco mas tarde comprobando los útiles y la mochila, para cuando hemos querido darnos cuenta estábamos circulando por el paseo de la playa camino del punto de salida para el control de las cosas obligatorias que siempre tenemos que portar encima.
Los nervios se veían en las caras, tapados por una sonrisa, antes de las 8 todos estábamos con las fotos de recuerdo y deseando suerte a nuestros futuros compañeros de penitencias.
Cuando la Alcaldesa ha cortado la banda de salida todos salíamos detrás de la furgoneta que neutralizaba la marcha dentro del núcleo urbano. Pero hay dios, cuando ha apagado las sirenas…… El latigazo de los de cabeza ha sido tremendo, imponían un ritmo muy alto, así que cada uno hemos ido buscando el nuestro, o eso creíamos, porque al final todos hemos i
do mas rápido de lo que debíamos, y claro los actos de valentía siempre pasan su factura.
Hasta el primer control de paso todo era un falso llano que invitaba a sacar el máximo provecho de las Anthem 29, y así ha sido transitando por unas pistas polvorientas que nos recordaban a las Bardenas Extreme. Ser rueda muy fácil con las ruedas grandes, el avance es muy superior a las 26.
Tras el primer avituallamiento la cosa empezaba a picar hacia arriba con salidas de pista por sitios donde solo entraba una bici y hacia divertido el control a alta velocidad, hasta que se ha caído un chico delante nuestro y se ha roto el dedo. Acto que no
s ha hecho darnos cuenta de que acabábamos de empezar y quebraban 800 km por delante y había que minimizar riesgos.
En ese mismo camino, Oscar un portento de la bici tam
bién ha terminado su aventura, ha roto el rodamiento de la biela, tras intentar repararlo y volvérsele a romper, se ha visto obligado a retirarse. Otra lección aprendida, a cuidar la mecánica toca…
Pasaban los kilómetros muy lentamente y el calor se hacia cada vez mas intenso. En los avituallamientos acopio de agua y sales para placar los efectos de Lorenzo.
Ya no hay pelotones, solo pequeños grupos de ritmo similar, que a veces se rompen por lo divertido y a veces complicado que resulta la navegación con el GPS por sitios totalmente desconocidos.
Todos nos las dábamos felices hasta que hemos llegado al punto donde íbamos a ganar 1500 metros positivos así como que no quiere la cosa. Unas primeras carreteras alternadas con pistas de piedras suelta, y bueno, no lo estábamos haciendo mal. Ya se veían los primeros afectados por los calambres, tirados en las cunetas buscando alguna sombra.
Pero lo bueno nos esperaba en Oix, pueblo donde empieza una subida infernal por asfalto de unos 7 km con un desnivel mantenido del 8 al 11.
Es una subida expuesta al sol, no hay protección de arboles ni nada que se le parezca, y las pocas que había estaban ocupadas por ciclistas exhaustos intentando recuperarse de los males que les estaban privando de seguir montados en la bici.
El Sol!!! Ese era el que mandaba en esa cuesta, nuestros compañeros de Roses nos lo decían, en el termómetro marca 44 grados, era la suma del sol con el calor que desplazaba el asfalto hacia arriba, eso que tanto desea Fernando Alonso para que su Ferrari agarre bien. Pues nosotros lo hemos odiado, y casi ya cuando desfallecíamos igual que los que subían andando entramos en otra zona similar pero de piedras suelta, ahí ya si que pie a tierra y ha pasar las peores rampas con dignidad y paciencia.
Toda la paciencia del mundo es la que ha tenido Iñaki conmigo, que ha tenido que estar esperándome en las rampas mas empinadas donde yo no era Capaz de mover el 26 dientes que llevo como plato pequeño a causa de los calambres en las 2 piernas.
Tras el calvario y jurar que yo dejo esto de la bici, hemos llegado a la cumbre desde donde se podía apreciar unas vistas magnificas de todo el valle, para seguido adentrarnos es un llaneo precioso por medio de un bosque de hayas que nos daban el frescor que necesitábamos, tal es así que la temperatura dentro ha descendido 11 grados.
Con pena de abandonar esa zona nos hemos tirado cuesta abajo buscando los últimos 20 km que nos llevaran hasta Camprodon, sin forzar demasiado que las piernas avisaban a la mínima solicitud de trabajo. No a mi socio de aventura Iñaki, que cual jilguerillo menea con soltura los desarrollos de la Giant.
Por fin entramos en el núcleo urbano y tras cruzar el puente nos reciben los vecinos entre aplausos y vítores. Cosa que siempre hace que se te salte alguna lagrima por conseguir la ansiada meta y sentir el reconocimiento .
Entregado el carnet de ruta, a toda velocidad al hotel a ducharnos y a tomar masaje, ya le ha dado la vuelta a la cabeza. Solo pienso en recuperarme para mañana y salvar la próxima etapa, que empieza fuerte según salimos con 2 puertos y uno de ellos es la estación de ski de La Molina con 2000 metros de altitud.
Es hora de apagar la luz e intentar descansar.
Gracias por estar ahí!!!!
Igor Zabalbeitia !!