Por fin llegamos a casa!!
Hace ocho días estábamos en Roses, expectantes a como se
desarrollaría esta aventura, con los nervios en el estomago esperando a que sonase el primer cohete que daba inicio
a la primera etapa.
Según se han ido desarrollando las mismas, las sensaciones
tanto físicas como sentimentales han ido evolucionando. Unas veces a mejor y
otras a peor. Todos teníamos la mente puesta en Donosti, sabedores que solo con
el sacrificio personal se podría conseguir el ansiado fin de aventura.
La mañana en Elizondo amanecía casi soleada, y como nos habían
avisado no seria fácil de entrada, ya que nos esperaba un fuerte repecho de mas
de 5 km con empinadas cuestas en algunos puntos por encima del 20%. Con el desayuno aun en la boca sonaba el
cohete que daba inicio a la que seria la ultima champa camino a Donosti.
Salimos todos a enfrentarnos con las cuestas y como ya sabia
que nos iba a costar decidí salir sin manguitos ni chaleco, pues el sofoco que
nos íbamos a dar seria importante.
Según íbamos subiendo el pelotón se fue alargando y al ver que Iñaki seguía a buen ritmo detrás de
mi seguimos apretando las piernas para seguir ganado posiciones.
Una vez arriba nos encontramos con la majestuosidad de todo
el valle, desde donde podíamos ver las peñas de Aia y el monte Larrun con su
famoso tren cremallera.
Nos dejamos descender por rápidos senderos hacia las históricas
palomeras de Etxalar, donde deje volar mi imaginación de cazador y pude ver
como nos sobrevolaban varios bandos de esas palomas torcaces que cubren nuestros cielos en las calurosas
mañanas de viento sur de octubre.
Durante el desarrollo de la prueba me ha sorprendido muchísimo
la cantidad de codornices que he escuchado en los pastos de altura de los
pirineos, algo que hasta el año 2000 me parecía increíble que a esas alturas
hubiese codornices. Pero pude comprobarlo en el campeonato de España que se
celebro en Gistain. Realmente sorprendente.
Una vez bajado hasta el propio pueblo de Etxalar, volvimos a
encontrarnos en unas sendas rápidas que nos llevaron a las duras subidas que
culminaban en el castillo de Ingles en las citadas peñas de Aia.
Hasta allí fuimos con el motor a toda maquina, Iñaki parecía
que se había vuelto a recuperar de días anteriores, o la cercanía a casa y a
los suyos también le espoleaba a el a pedalear mucho mas rápido de lo que habíamos
hecho otros días.
Ya solo penábamos en llegar a casa, sabíamos que nos
esperaban en la playa de la Zurriola nuestras mujeres e hijos y eso a mi ya me
llenaba los ojos de lagrimas. Pasamos el segundo control donde se hacia la
ultima toma de tiempos.
Nos dejamos caer camino de Donosti con los Sundays, son de
la tierra y conocen los caminos, no bajan si no que siguen volando los
condenados de ellos, además se mofan de mi torpeza.
Enfilado el callejón de Pasajes San juan llegamos hasta la
barca que nos pasaría a Pasajes San Pedro, donde nos paramos a tomar unas
cervezas con unos calamares en una terraza del puerto. Ya habíamos sufrido bastante
y necesitábamos una pequeña recompensa que no fuesen barritas y geles.
Con los efectos del buen beber subimos el último escollo que
nos llevaba hasta el faro de la plata, donde la organización nos recibió con
txistorra y un vasito de sidra, solo faltaba la trikitixa para haber organizado
una fiesta.
El sendero que discurre desde el faro hasta el barrio de Gros
va bordeando todo el acantilado, no es un tramo sencillo encierra cierta complejidad
por la orografía y el tipo de suelo con piedra arenisca que tiene. Además es
parte del camino de Santiago costero, lo que nos permitió compartir la marcha
con varios peregrinos.
Con el paso por el jardín de Ulia solo quedaba una bajada
lanzada hasta dejarse caer por otro
sendero y unas escaleras en el barrio de Sagues, donde estaba instalada la meta de esta tercera
edición de Transpyr.
Entrando agarrado a Iñaki y celebrándolo deje salir toda la emoción
contenida durante estos días y al ver a la familia rompí a llorar presa del
cumulo de emociones, lo mismo que lo hacia Iñaki con los suyos. El y yo nos
fundimos en un abrazo que para nosotros significaba mucho.
Por desgracia no ha podido ser así para todos. Unos tuvieron
problemas mecánicos que les imposibilito el terminar una etapa, pero si seguir
en carrera al día siguiente. Otros problemas físicos, que les obligo a
abandonar y otros a pesar de arrastrar alguna rotura de dedos o escafoides,
continuaron dando peales como si no hubiesen sufrido ningún percance.
Pero creo que el caso que mas nos estremeció a todos es el
de Nautilio y Maure dos hermanos de 66 y 67 años del equipo Guanxes . Que después de haber completado hasta el
control cronometrado de la ultima etapa como todos los que quedábamos en la
aventura, ya en el tramo neutralizado Nautilio sufrió un problema no se si mecánico
o físico y faltando treinta kilómetros para la meta que no computaba para los
tiempos, no pudo llegar hasta esta. Con lo que no pudo ser Finisher de la
Transpyr 2012!!! Eso demuestra lo injusta que es la carrera por no decir la
vida.
Desde aquí quiero mandarles un fuertísimo abrazo a los dos
hermanos que han luchado muchísimo más que el primer clasificado, y cualquiera
de los que hemos compartido aventura con ellos, ya que han estado el doble de
tiempo montados en la bici. Sinceramente espero y deseo que se sienta un
autentico Finisher. Para mi lo es!!
En esta aventura he tenido la suerte de ir conociendo mucha gente con la hemos compartido, calor ,
frio, agua, subidas, descensos, barro y asfalto. Seria complicado poder nombrar
a todos ya que han sido muchos, pero como os dije anterior mente hay siempre un
rango de carrera en la que te mueves y es con esos con los que mas intimas.
Los del BPXport, Edu, Javi, Gorka , Imanol y Oscar.
Compartimos bus a la ida y empezamos a intimar pronto. En carrera nos hemos
visto poco. Estos ruedan rápido y fuerte. Pero en las salidas nos hacían ellos
de reporteros gráficos.
Los navarros de Pedalier, Daniel, Fermín y Sergio, este último
con él se gestiono todo el viaje de ida y bi-Finisher 2011-2012. Compartimos parte de algunas
etapas. Pero cuando la cosa se ponía dura para arriba era muy complicado seguirles
el ritmo. El rodar de Dani es de los que a uno le gustaría tener, con que
facilidad lo hace.
Miguel y Mario, los dorsales numero 1 por ser el equipo
anfitrión de Roses, o como en alguna ocasión respondían cuando la gente les
preguntaba por el lujo de llevar tal dorsal, somos los ganadores del año
pasado. Cosa que apresuraban a desmentir al ver la cara que ponían sus
victimas. También buenos subidores y rodadores. Además de carretera hemos
compartido más de una noche mesa y mantel.
En el equipo Gore-Tex estaban Adolfo y Albert con sus ruedas
de cuatro radios, a las que todos hemos mirado con deseo en algún momento.
Los hermanos
Quiñonero, Luis , Jose y Francisco del equipo Santomera de Murcia. Con
ellos ha sido con los que hemos
mantenido el duelo hasta el último minuto por la clasificación, y nos ha
costado de lo lindo mantener los ocho minutos que al final han sido nuestra
diferencia. El primer día les vi sufrir como yo lo hacia en la maldita subida
del calor abrasador. Y una imagen que guardo en la memoria es ver como los 2
hermanos empujaban a Francisco que no podía ni con su alma. También me ha
sorprendido de ellos lo bien organizado que tenían todo. Dormían en una
autocarabana y cuando llegaban a los avituallamientos allí tenían a los 2
ayudantes que les repasaban la bici e incluso en alguna etapa de lluvia han podido hasta cambiarse a ropa seca.
Con Pascual y Kike del Beriain también hemos sufrido cuesta
arriba y cuesta abajo. Incluso en una de las bajadas mas peligrosas de esta
edición, ayudamos a Pascual después de una caída que tuvo quedándose enganchado
en un pino. Fenomenales sus reparaciones de máxima urgencia y la suerte le
acompaño hasta el ultimo minuto. En la
cuesta final rompió la cadenilla, y pudo llegar hasta meta con la inercia
y los empujones de Kike.
No puedo dejar atrás al trio calavera de los Sundays. Con los
que realmente nos hemos divertido y pasado ratos muy muy agradables con todo
tipo de anécdotas. Tanto los dos Anderes
como Fran, entraran a formar parte de mis amistades y seguro que no es la última
vez que pedaleamos juntos. Todo comenzó con
un “ Bueno Jordi, pues ya nos veremos” que soltó Ander a un paisano que no conocía
de nada, pero según pasábamos otro amigo le despedía. Hasta el octavo pinchazo
a escasos dos kilómetros de la meta en el pasadizo del faro de la plata. Esperábamos que les diesen un premio al
equipo que más km ha hecho e toda la travesía, por la incontable cantidad de
veces que se han perdido fuera del track. Pero bueno han tenido suerte con que
no les hayan descalificado. Ja ja ja ….
Muchos de nosotros hemos seguido el plan de entreno que nos
mando la organización. Estaba hecho por Kim Forteza, y cual fue mi sorpresa al
saber el tercer día, que era el compañero de Félix, del equipo Pro Cycling, un mallorquín
que no veas tú como subía, que soltura y que buen tío. Pero lo mejor fue la bajada que nos hizo en
la tercera etapa, donde nos llevo a una velocidad sostenida, con una trazada
limpia y sin asumir riesgos, como a mi me gusta, ya que en las técnicas sufro
de lo lindo. No puede evitar felicitarle al llegar abajo. Y el pobre Kim ha
estado respondiendo a dudas y preguntas de medio pelotón mientras pedaleábamos.
Muchas gracias por la cercanía de los dos.
Juanmi y Agustín del Baztan Elizondo, este ultimo un tío
aparentemente tímido de pocas palabras, pero que según termino dijo que el
lunes volvía a ponerse a entrenar para la Miguel Induráin. Como pasa por sus
tierras de entreno la harán los dos en un par de semanas.
Los maquinas del Altza Herria Triatloi, Mikel , Antxon e Ibón.
Con los que en el viaje de ida a Rosas estuvimos hablando de triatlones,
ironmanes, maratones , ultra maratones, combinadas y demás locuras y casi nos
quedamos sin fuerzas para la salida de todas las pruebas que estuvimos
comentando. En carrera también hemos coincidido bastante, y fue con ellos con
los que hicimos a un ritmo endiablado en fila de a uno los treinta primeros km
de la etapa inicial, que luego tanta factura nos pasaron.
Oier el súper rastas, y Joseba del Eman Egurre de Zumárraga,
han ido mejorando con el paso de los días y hemos podido disfrutarnos en las
ultimas etapas.
Y los tres del Hirurak J de Donosti, Joseba, Yoseba y Jon, quizá
con ellos ha sido con los que menos hemos podido estar en carrera, pero durante
la cena y el campamento, nos cantábamos las historias del día.
Y no podían faltar los Sudafricanos del Bos, o los cebrones
como los conocíamos por el dibujo de cebra de su equipacion. Rupert y Andrew,
que subiendo les costaba un poco mas si la cosa era larga, pero en el llano había
que apretar mucho para poder estar con ellos. En la etapa con llegada a
Comprodon hicimos unos últimos 10 km de mucha calidad a ritmo muy alto dándonos
relevos el y yo, hasta que los de Jaca nos dejaron por imposibles viendo que la
cosa no desistía.
Para referirme a los portugueses, Isidoro, Marcio y Joao,
mejor tendría que soltar uno de esos
gritos que hemos oído durante miles de veces en los ocho días. Je je je jeeeeeeeeeeeeeee!!!! En todo momento
sabias en que parte del pelotón estaban, no cesaban de exhalarlos.
Ya tan solo me queda Iñaki Sudupe, del que solo puedo tener
excelencias hacia él. Mi socio de aventuras, de las pasadas, de esta y de las
que vendrán. Somos como un matrimonio bien avenido. Nos conocemos, nos
respetamos, nos ayudamos y nos disfrutamos. Sin el, yo esto no podría haberlo
llevado a cabo. En mis momentos duros ahí ha estado para reconfortarme y en los
de locura para calmarme el ímpetu y que no reventase mi caja torácica y piernas
en la primera pendiente que se nos presentaba. Un tío calculador y metódico del que aprendo cada día que estoy con el. Gracias por dejarme ser parte del tándem Zipi-Zape.
Hoy para recuperarnos nos hemos ido con las familias, nos
hemos metido unas botellas de sidra con unos buenos txuletones entre pecho y
espalda que no se los salta un gitano con zapatillas nuevas. Es pronto para
empezar a pensar el reto para el año que viene, pero algo ya se ha comentado.
Muy importante para nosotros ha sido el no tener ningún problema
con las bicicletas. En los 850km no hemos tenido que reparar nada de nuestras
Giant Anthem 29er. Queríamos probar su resistencia y así ha sido. Solo las
hemos lavado y engrasado la cadena y cambios al acabar cada etapa, y estamos
sorprendidos con el buen resultado de han dado después de la exigencia a la que
se han visto sometidas. Sin ninguna duda una muy buena elección para una prueba
de estas características.
Dos días antes de partir hacia la Transpyr rompí la montura de mis gafas Spiuk cuando estaba
cambiando unos cristales. No soy de usar gafas, ya que sudo mucho y se me
empañan las lentes o las lleno de gotas, así que siempre van en el casco. En la
prueba las perdí dos veces con las ramas de los arboles y una de ellas me las
recupero Joseba del Eman Egurre. Como era una de las exigencias de la organización
llame al servicio de atención al cliente y al día siguiente me habían repuesto
la montura. Mi intención era no llevar pero Iñaki de dejo unas suyas por si no
me llegaba la nueva montura. Subiendo siempre me las quito y en alguna bajada rápida
las pongo. Por cosas de la vida en una de ellas las llevaba puestas cuando me
salto una piedra del biker que iba delante y me golpeo en uno de los cristales.
El impacto me asusto pero solo se quedo en una picadura del cristal. De no
haberlas llevado seguro que mi ojo no estaría ahora abierto.
Muchas veces cuestionamos muchas de las cosas que la organización
nos manda llevar, pero solo realmente te das cuenta de lo importantes que son
cuando te salvan de alguna eventualidad.
Esta es una prueba muy dura donde el que quiera buscar un
reto , para encontrar su limite personal, será bienvenido.
Desde aquí quiero dar las gracias a los fisios porque sin
ellos no hubiese podido seguir en carrera. A todos los integrantes de la organización
por la dura labor que desarrollan. Por ir corrigiendo los pequeños errores que
se presentaban.
A todos los participantes, por hacernos sentir como en una
familia durante estos días.
A todos vosotros, familiares, amigos, conocidos y
desconocidos por los ánimos que nos habéis
mandado.
A Idoia y Amaia por
comprendernos y entendernos en nuestra locura.
Y muy especialmente a mis hijos María y Gorka que han sido
el motor que me ha impulsado para poder seguir hacia delante en los momentos
donde ya pensaba que no podía mas.
Sinceramente muchas gracias a todos por estar ahí!!!!!!
Este es espíritu de la Transpyr, que espero que siga
prevaleciendo……..
Igor Zabalbeitia.