Hola, amigos del blog. Pensaba haber empezado a escribir el pequeño comentario desde el lunes, pero he llegado de estas minivacaciones y me he encontrado con que algunos me echabais de menos por no escribir nada. No es que me haya estado escondiendo, sino que he estado viendo un campeonato de baloncesto.
He estado leyendo los comentarios y así como antes contestaba a cada uno en particular, ahora lo haré de un modo generalizado (si bien de aquí en adelante seguiré como antes).
Creo que el que me haya seguido desde el principio ya sabe que procuro echar el mínimo de productos químicos posibles en la huerta. Mis patatas, habas, guisantes, cogollos, cebollas, alubias, guindillas, calabazas… no llevan absolutamente nada de productos químicos (a través de la hoja); pero sí, que cuando cavo la tierra hay ocasiones que además del ciemo de vaca añado algo de mineral 15x15x15. También, en alguna ocasión que he visto que las plantas no tenían alegría, he consultado y me han ofrecido algún aminoácido (que tampoco es que me haya parecido que solucionara el problema).
A las vainas lo único que les echo es algún producto cuando comienza algo de pulgón, pero de una manera muy selectiva y allá donde se ha producido el comienzo de la plaga. Si cuando en una zona concreta comienza a verse algo de pulgón, le echas con un sulfatador de mano un poco Fastac o Confidor, queda erradicado el problema y no se propaga por el resto de la plantación.
Eso es todo lo que llevan las plantas de mi huerta.
OTRA COSA SON LOS TOMATES. Cuando empecé con este tema de los tomates ya dije que era la asignatura pendiente.
El día que comencé a llevar la huerta estuve a punto de dejar de poner tomates porque me gustaba la huerta sin apenas productos químicos y de esta forma era imposible hacer un tomate. Se me perdían los tomates una y otra vez, en diferentes fases del crecimiento. A veces era la roña, otras veces otras enfermedades. Lo he llevado a analizar a Fraisoro (con los cuales tengo bastante amistad) y las contestaciones siempre han sido las mismas: para cultivar el tomate al aire libre, o los tratas, o no hay manera de comer un tomate.
Siguiendo sus pasos y consejos los trato con Galben y Fastac o Confidor tres veces, con un plazo de entre 12 o 14 días entre una y otra vez, y después sustituyo el Galben por Caldo Bordelés. Cuando el tomate está en un tamaño medio, si veo que la planta empiezan a amarillear sus hojas, le suelo sulfatar con potasio y magnesio. Y es que, cuando el tomate empieza a coger tamaño, si la tierra no tiene estos minerales, la planta amarillea por su parte más baja.
Estos son los productos que uso, y aún así hay años que se pierden antes o después.
Con respecto a las preguntas del señor Aiztondo:
No tengo ningún título de aplicador fitosanitario. Voy a la tienda que siempre os he señalado, ‘Semillas Elósegui’, y allí compro estos productos. No sé si tendrá título o no, pero si sé que lleva muchísimos años haciendo este tipo de servicio. Eso lo saben todos los donostiarras. Y si se lo pides, te dice cuántos milímetros o centímetros tienes que echar en la mochila o por litro, para no excederte en la dosis. Me parece gente responsable y que merece todo mi respeto.
¿Hay qué tener este título para saber dónde se tiene la cabeza?
Me gustaría saber, sí todos los que tienen el título aplican las medidas correctamente.
¿Será mejor el tomate hidropónico (de invernadero), con label del Gobierno Vasco, que no va ni a tierra, que está programado todo el día con un goteo, que vete a saber lo que lleva para al final sacar el triple de producción?
¿Serán esos tomates los buenos?
Respecto a si vendo mis productos:
No tengo una producción muy grande pero sí más que para casa y tengo alguna tienda que me coge parte de las cosechas. Cuando empecé con este blog, hubo quien preguntó dónde vendía los productos y no lo dije, ahora tampoco lo voy hacer. Pero también te diré una cosa: hay una tienda que no me coge los tomates, pero no es porque sean ni buenos ni malos; es porque el productor que le sirve en invierno (ya sabes que en los invernaderos hacen dos producciones) le amenazó con no servirle en invierno si me cogía a mí en verano, por qué crees que será…
De todas formas, si sabes la manera de hacer un tomate sin tratamiento de ninguna clase, estaría encantado de que nos la contaras para ponerla en práctica. A mí me ha resultado imposible.
También te diré que soy una persona, como otras muchas, al que no le gusta tomar absolutamente nada de pastillas. Pero cuando a uno le duele la cabeza un poco aguanta, pero si no se te pasa y te duele de verdad, te tomas una aspirina y se acaba con el dolor…