Está es una planta a la que le gusta mucho el sol y el agua. Cuando se hace el trasplante del semillero a la huerta suele pasar una temporada que parece que se queda paralizada (que no arranca). Le cuesta coger fuerza. Pasada esa etapa y una vez que empieza a desarrollarse, dependiendo de las temperaturas, suelo poner los aspersores con frecuencia. Le gusta mucho el sol, pero también el agua. Además a mi parecer, el secreto para que la guindilla no pique, es, que crezca rápido. El riego hace que la guindilla se desarrolle más fácil. También tengo observado que aunque durante el día la temperatura suba mucho, si a la noche refresca bien, la guindilla tampoco pica. El problema está cuando la temperatura es alta por el día y la noche.