Con el tiempo que llevamos que no hace más que llover, en cualquier momento nos van a salir escamas…
Poco se puede hacer en la huerta, está que no se puede poner el pie y para no perder la forma, he cogido el traje de agua y la desbrozadora y me he puesto manos a la obra a cortar la maleza, zarzas y cañas del vecino que están todo el año atacando.
Al vecino como a mucha gente le trae ‘al pairo’ cómo esté su terreno, le da igual que salgan tigres que tiburones, pero la consecuencia es que el que tiene el terreno al lado y lo quiere mantener curioso, tiene que estar cortando lo suyo más lo del vecino.
Como véis en la foto las zarzas y cañas se apoderan de todo en cuanto lo dejas, o sea que no me queda otra que cuando cojo un poco de tiempo y muchas ganas, darle un corte para mantener a raya el lindero.