Como os decía ayer, hoy he estado sulfatando los tomates, después de que ayer los podara y antes de que mañana los ate. Tres días para ponerlos en marcha y observando los desperfectos producidos por el mal tiempo. Las lluvias han dejado su huella.
En la última crónica ya dije que, aunque parecía que las plantas estaban bien, el mal tiempo seguro que pasaría factura. Pues bien, no sé si os habréis fijado pero en los tomates que estaban cuajando por las partes superiores hay bastantes granos rajados o cuarteados. Esto es producido por el frío y los cambios bruscos de temperaturas. Y lo peor de todo es que, según se vayan desarrollando, se irán abriendo más, de tal manera que suelen terminar con un aspecto bastante feo, aunque para comer no tienen más problema. Basta con desaprovechar parte del fruto.