No todos los años planto berzas, porque me gusta dejar el terreno limpio y descansando durante el invierno. Pero, esta vez, me están dando la pelmada en casa para que ponga unas que acompañen a las alubias en el plato. Hace como un mes que puse unas 75 y, como véis, en la foto han cogido bastante buena marcha. Por cierto, me encanta un buen plato de alubias con berza. Ya el resto de los sacramentos, como dicen algunos, no me van tanto.
Esta es la segunda vez que he puesto las berzas, la primera fue el día anterior al calor que estropeó los tomates. No os quiero ni contar cómo se quedaron, pese a que venían con cepellón. Solución, quitar todas y poner nuevas. Ahora, que como véis, ya están creciditas, un día de buen tiempo les echaré un poco de ‘Fastac’, si no le entrarán los gusanos y se pondrán las botas. Acordaros que los gusanos tienen un buen festival en invierno entre las berzas. Vamos, que las ponen como si de un queso Gruyere. No he puesto coliflores. No planto nunca, les tengo paquete. No es que no me gusten, sino que nunca hacen cabeza como es debido y se estiran. Conclusión, no planto y la tierra a descansar.