Como os comenté en una crónica anterior, este año tengo la intención de hacer el trasplante de los tomates a bandejas de tacos. Me he estado interesando por el tema, por ser la primera vez que lo hago y aunque las explicaciones que me han dado, no me convencen demasiado, lo haré como me lo han indicado. No me convence por lo siguiente: hay que sacar la planta del semillero bastante pronto (cuando tengan las dos primeras hojitas y antes de que le salgan más y es que prácticamente no tienen apenas raíz). Me parecen plantas muy débiles, pienso que si se deja un poco más, se resentirían menos. Pero bueno, habrá que hacer caso a los entendidos de momento…
Primeramente se prepara la bandeja llenando todos los tacos de “turba”, después se moja bien, para que esta quede empapada. Luego se saca la planta, (ya veréis, la raíz es prácticamente un hilo larguito) y haciendo un agujerito pequeño con un palito se introduce la raíz y un poco de la planta, con dos dedos se aprieta un poco la tierra para asentar la planta.
Si os habéis fijado cuando compráis la planta de tomate, casi siempre, cerca de la base de la planta hay como dos hendiduras, esto es debido, a que los viveristas, cuando hacen el trasplante,  presionan sobre la base de la planta para asentarla en la “turba”.
Como podéis apreciar en las imágenes suelo ponerles por encima una cañas, esto es por si los primeros días hace mucho sol ponerles unos cartones por encima de tal forma que el sol no le dé directamente. Al mediodía si el sol pega fuerte, el invernadero se calienta mucho y podría hacerles daño. Pasada una semana ya no hará falta la sombrilla.