Los tomates que trasplanté hace unos días están muy bonitos. De momento parece que la forma de hacer el trasplante es correcto, vista la forma en que se están desarrollando. De aquí en adelante ya no los taparé aunque haga sol. Una vez que las plantitas cogen un poco de fuerza, no deberían de sufrir mucho con el sol. Eso si, en las horas de calor (centrales del día) el invernadero debe de estar algo abierto para que haya ventilación. Os he puesto una foto para podáis observar como van evolucionando. ¡¡¡Qué bonito es esto de la huerta!!!