Si el otro día comentaba que a las habas les está haciendo un tiempo que ni pintado, a los cogollos de Tudela les ocurre los mismo. No hace tanto tiempo que los planté, pero entre el buen tiempo que llevan, un poco de agua (riego) y el estiércol con el que mezclé la tierra van a toda velocidad. Antes, hace unos años, cuando no tenía posibilidad de traer estiércol a la huerta porque no tenía la carretera cerca, solía tratar a los cogolos de otra forma. Los plantaba y a los 15 días les hacía un agujerito y les echaba un poco de mineral para que cogieran fuerza. Era más trabajoso, pero daba buen resultado. Ahora, teniendo la posibilidad de traer estiércol, es diferente. Mezclo la tierra con una buena capa de estiércol y después de plantarlos ni los toco hasta recoger.