No sé si os acordáis del semillero que hice de Cogollos de Tudela en el mes de enero. Joxean te acuerdas que decías que no tenía muy buena pinta…
La realidad es que quedó un poco cutre. Al principio, el tiempo le acompañó a que nacieran las semillas. Posteriormente le vinieron unos fríos que me imagino que os acordáis (-7º), pero como estaban a cubierto y las plantitas eran pequeñas aguantaron “carros y carretas” y al final el resultado es que en breve podré degustar de ellos.
El principal problema cuando se hace un semillero en el mes de enero, es que las temperaturas sean muy bajas y la tierra esté muy fría. Pero si hacemos el semillero, le viene buen tiempo y le ponemos un plástico, coge temperatura la tierra y es más fácil su nacimiento. Una vez nacidas, luego ya es más fácil que el fruto llegue a buen puerto. “Es un cara o cruz”.