Este es el cuadro que os he comentado estos días que preparé con el estiércol y que, cuando iba a comenzar a pasar la máquina (a principios de abril), empezó a llover y todavía no ha habido manera de cavar. Me gusta, a poder ser, coger la tierra en su momento para cavar, ya que cuesta mucho menos esfuerzo. Me explico, si la tierra está muy humeda, la máquina no rompe bien la tierra y la deja poco esponjosa. Por el contrario si la tierra está muy seca, le cuesta mucho entrar y el esfuerzo es mucho mayor. Si cogemos el momento preciso, la máquina entra bien, y además el esfuerzo no es excesivo. Si mañana no llueve, tengo intención empezar a probar el estado del terreno, aunque no me gusta mucho el panorama de tormentas que nos avisan, ya que es bueno que, después de pasar la máquina, el tiempo sea seco y soleado. Pero andamos con prisas… Como podéis apreciar en la foto, ya ha comenzado a salir la hierba y de qué forma… Se ve que a la hierba le gusta también el abono, menuda marcha trae, ya podían venir así los tomates, vainas y demás.