Este fin de semana son de los que a uno le quitan ganas de huertas. Ver cómo el aire zarandeaba los tomates aunque estaban atados no era de buen agrado. Y los calabacines también bailando, todavía muy pequeñitos… Y es que ha sido un fin de semana con suma de todos los fenómenos meteológicos adversos para estas fechas. Primero bajaron las temperaturas, después comenzó a llover y por último hoy el viento (¡y cómo soplaba!). Me hubiera gustado que vieseis la manera de pegar. Tengo un seto, que en parte quita el viento de la mar, y si no fuera por él no habría manera de hacer nada, ya que hoy, por ejemplo lo hubiera quemado todo. Si para los tomates no es bueno, no os quiero contar para las vainas… Los que hicimos las siembras en el menguante pasado, ahora están naciendo y con el frío suelen nacer ‘burumotxas’… si es que nacen. Además,  con la cantidad de agua que está cayendo, aquellos que tengan las huertas llanas sufrirán   encharcamientos, otro factor importante para que en muchas ocasiones no nazcan las vainas. Bueno, como dice el refrán: «Al mal tiempo buena cara». No queda otra, cuando todo pase habrá que empezar a enderezar el rumbo…