Hace unos años lo consulté con técnicos de la Diputación y me comentaron que no se trata de ninguna enfermedad. La contestación fue que en ocasiones cuando el grano del tomate está desarrollando, necesita bastante potasio y magnesio. Si las tierras son carentes de estos minerales, lo adquieren de las hojas más bajas de la planta. De esta forma podemos observar normalmente que la parte superior está verde y el resto -hacia abajo- las hojas se ponen amarillentas.