Han cogido una fuerza tal que han invadido todo su terreno con mucha fuerza. Vamos, que no se ve la tierra ni por asomo. Tengo que estar cada dos o tres días dando la vuelta a las guías que se salen del cuadro para que no invadan ni la vaina ni el tomate. Ya han comenzado a desarrollarse las primeras y es increíble lo invasoras que son, si les dejas terminan adueñándose de todo. En la imagen podemos observar que alguna ya tiene un tamaño considerable.