Aunque la enferdad de ‘la peseta’ estropeó bastantes tomates y luego llovió y se abrieron también algunos, todavían quedan ejemplares bastantes bonitos en las puntas de las plantas. Si acompañara un poco el tiempo (cosa que parece improbable, puesto que he visto los pronósticos y parece que viene agua para unos cuantos días) madurarían bien. Lo peor que le puede ocurrir al tomate cuando está a punto de madurar es que haya dos o tres días de agua seguidos. Se suelen abrir por la parte de la ‘txustarra’ y quedan muy feos. Esperemos que si llueve no sea demasiado y que después vengan unos días sanos para que vayan madurando y podamos seguir disfrutando de ellos. ¿No será mucho pedir?