Aunque el mes de agosto no fue muy benévolo con ellas, con tantos días de calor y sin que refrescara incluso por la noche, no les vino muy bien. Pero aún así, todavía siguen dando sus frutos. Ya no están tan ricas, se les nota más la piel y además tienen más pepitas, pero se dejan comer. De aquí en adelante las noches serán más frías y comenzarán a mancharse un poquito. Le suele salir una mancha negra en la piel, no es nada, simplemente que acusan el frío de esa manera y no están tan bonitas. Pero esa mancha no impide que se puedan seguir comiendo de la misma forma.