Los calabacines: como indiqué en el blog, este año hice el semillero y obtuve la planta propia sin tener que compar a ningún viverista. Ya el año pasado hice lo mismo y me gustó el rendimiento que dio la variedad que puse, así que este año he repetido porque de esta forma sé la variedad que estoy poniendo, y no como cuando compras la planta, que te dan lo que tienen. En alguna ocasión he preguntado la variedad y no han sabido ni contestarme…
Las calabazas: como también he comentado, es semilla de casa que lleva conmigo unos 5 o 6 años y es una variedad que no sé el nombre. Este año, quizás sea el año que más recoja. Han dado bastante cantidad, aunque no sé si lograré pasar el récord que tengo hace dos años con una de 26 kilos. Este año he recogido varias de entre 23 y 25 kilos, pero no he conseguido batir la marca (de momento). Todavía queda alguna que puede dar la sorpresa…
Las acelgas: ha sido un año normal. Hice el semillero con la variedada ‘Amarilla de Lyon’ (es una planta que normalmente hasta con temperaturas adversas nace bien) luego puse una fila de unas 12, que han sido las que de vez en cuando hemos ido comiendo. No han cogido enfermedad, aunque sí algo de piojillo, que con un poco de Fastac desapareció rápidamente. Ahora se quedarán un poco paradas, pero si las dejamos en el mes de marzo y abril darán unas buenas ‘pencas’ antes de estirarse.
Las vainas: siempre siembro la misma variedad ‘Zondra’. Además de dar bastante bien, no tiene hilos, con lo que se puede aprovechar en su totalidad, excepto las dos puntitas de los extremos. Tiene un incoveniente, y es que si no se recoge prácticamente todos los días se hace grande muy rápido. Si el tiempo me lo permite, suelo hacer tres o cuatro siembras en los menguantes de abril, mayo, junio y julio (alguno siempre falla por el tiempo) y así me aseguro el comer vainas frescas durante todo el verano y parte del otoño. La primera de las siembras fue muy buena y vino muy bien. La segunda y tercera no han sido tan buenas, la sequía y los calores de agosto les pasaron factura y, aunque no han faltado, no han dado tanto.
Las alubias: dicen que la alubia, para que venga bien, tiene que estar nacida para San Juan (24 de junio). En mi caso hay algunas ocasiones que sí que cumplo con la tradición, pero otras no. Por ejemplo, en el cuadro que pongo la patata luego suelo poner la mitad alubia y la otra mitad vainas, y normalmente no suelen nacer para la fecha indicada. Resumiendo: puse dos variedades de alubia negra. Una traida de Berastegi (que ha dado muy bien) y otra de Oriamendi (que ha dado algo menos, pero se ha comportado).
La que más ha sufrido el calor de agosto ha sido la alubia blanca de casa, que le cogió el calor de agosto en plena floración, con lo que le tiró mucha flor y no ha dado como otros años.