En contadas ocasiones me había ocurrido lo de este año. Hasta el día de Nochebuena no he podido quemar toda la zaborra de la huerta (cañas, restos de tomates y vainas, el corte del seto, etc). Unos días porque estaba fuera y otros porque no había manera de que hubiese unos días de buen tiempo, en los que se secara la zaborra y pudiera hacer el montón y darle fuego.
Como os digo no recuerdo un año que me haya costado tanto tiempo poner la huerta en orden. Mañana comprobaré que tal está la tierra, y si está en condiciones, tengo pensado pasar la máquina de cavar para, a primeros de año, sembrar los guisantes.
¡¡Zorionak a todos!!