Este es un tema que me gusta resaltar al comienzo de la temporada, porque pienso que es muy interesante. Las cuerdas que usamos en la huerta, si son de nylon o llevan un tanto por ciento de este material, no se terminan de pudrir nunca y siempre andan apareciendo en la tierra. A mí me gusta usar cuerdas de algodón, porque en una o dos temporadas se pudren y la tierra siempre la tierra está más límpia. Hace más de ocho años, me regalaron un ovillo de colorines que tenía mezclado parte de algodón y parte de nylon y todavía hoy es el día que siguen apareciendo rastros de aquel ovillo. En Donostia hay una tienda (Arenzana, c/ Getaria 14) especializada en todo tipo de cuerdas que da gusto entrar a comprarlas. Además de su amabilidad, es una tienda de las más antiguas de la ciudad.