Las guindillas ya están también para ser trasplantadas a los tacos. Éstas, como comenté, tardaron unos diez días más en nacer que los tomates y por lo tanto también el trasplante ha sido un poco más tardío. A la guindilla le cuesta más hacerse planta que a los tomates. Así como éstos en cuanto cojen un poco de fuerza en el taco, se ve que crecen día a día, las guindilla va más lenta. Como podéis obserbar en el vídeo, me gusta hacer el trasplante igual que con los tomates, cuando comienzan a echar la segunda hojita. Ahora, durante unos días, habrá que tener mucho cuidado con el sol, ya que cuando pega directamente el invernadero coge mucha temperatura y puede dañar el cuello de plantas a ras de tierra. Lo mejor, si sale el sol, es taparlas con unos cartones y que estén a la sombra.