Seguro que muchos de los blogueros conoceréis diferentes variedades de plantas medicinales que nacen en el campo. Comentaré un par de ellas que conozco. De la primera seguro que habéis oído hablar casi todos: la ‘verbena’ y la otra, aunque os suene, es menos conocida por la gente: la ‘pasmo-belarra’. Hasta hace un par de años una amiga de mi amatxo hacía una pomada muy buena con ambas plantas, tanto para cicatrizar como para extraer la infección de las heridas. Pero falleció, aunque le había dado la receta a un vecino. Éste me preguntó hace un mes si podía conseguirle las citadas plantas para hacer la pomada. Indudablemente le contesté que sí, pero con un pero: tenía que darme la receta por escrito, a lo que accedió. Este año la ‘Pasmo-belarra’ ha brotado en las mismas fechas que siempre, lo que quiere decir que aún con temperaturas bajas nace igual. Sin embargo a la ‘verbena’ le ha costado un poquito más. Probablemente el mal tiempo le haya influido y se ha retasado un poquito más. He pasado varias veces para recogerlas y hasta el fin de semana pasado no he podido localizar un puñado majo.
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