Ayer comentaba que el calor iba a pasar factura a la huerta. Bueno, más que el calor, el sol, ya que las altas temperaturas pueden ser soportadas por el tomate si está a la sombra. Pero aquellos tomates que estén expuestos al sol a temperaturas por encima de los 34º se queman. Hay que pecisar que los tomates más pequeñitos es más difícil que se quemen porque todavía están muy duros, no así los que ya están hermosos y les falta en torno a 15 o 20 días para madurar. En el vídeo se pueden apreciar muy bien las manchas de quemaduras que produjo ayer el sol. Para hoy se esperaba que subieran las temperaturas un poquito más, pero en la zona donde yo tengo la huerta el viento sur no ha llegado. Toda la mañana ha soplado el viento de la mar, con lo que la temperatura no ha subido tanto como ayer. Y menos mal, porque otro día con temperaturas superiores a las de ayer hubiera sido el remate. A ver si llueve un poquito y nos refresca un poco las huertas, que falta hace… Eh, pero ya puestos a pedir, que no caiga en tromba, que en ocasiones es lo que suele ocurrir después de los calores…