Habrá que estar tranquilo porque con este tiempo no se puede ni aparecer por la huerta. Bueno, aparecer sí, siempre hay que dar una vueltita por si acaso, porque cualquier día de estos va a volar la txabola, el invernadero y hasta la tierra si nos descuidamos con tanto viento y agua. Ya he comentado que tengo la huerta expuesta a los azotes del aire proveniente del mar y hoy ha habido momentos que el viento pegaba con mucha fuerza.
Daba pena ver los pobres cogollos zarandeados por el aire. A ver si aguantan un poquito más porque todavía les queda un rato de mal tiempo, según han anunciado los pronósticos (parece que hasta el miércoles o jueves no pasa el temporal).
No es que haya muchas cosas que hacer de momento en la huerta, pero me hubiera gustado tener la patata sembrada ya, aunque para el tiempo que está haciendo mejor está en las cajas que en la tierra. Ya les han salido bastantes brotes y aunque no sea en menguante (que siempre comento que me gusta sembrarlas en esa fase de la luna) en cuanto acompañe el tiempo las sembaré.
De los guisantes hablaremos la semana que viene…