El sábado estuve trasplantando los tomates de los semilleros a las bandejas de tacos. Ya se estaban haciendo un poco grandecitas las plantas y no hay que esperar demasiado para hacer su trasplante. Una vez que han iniciado a brotar su segunda hoja es cuando suelo trasplantarlos. El trasplante es idéntico al que suelo realizar con los cogollos de Tudela, lo único diferente son las bandejas que empleo. Las de los tomates y las que emplearé para las guindillas y pimientos, tienen mucho mayores los tacos de tierra (en una bandeja de las mismas dimensiones entran 54 tomates pero sin embargo entran algo más de 200 cogollos). A la hora de sacar las plantitas de tomate, es importante regar bien el semillero con el fin de sacar el máximo posible de raíz. Para hacer el trasvase, lo repetiré otra vez, no hay ningún secreto y es bien sencillo. Rellenar la bandeja de tacos de tierra de compost, luego con un palito hacer el agujero e introducir la raíz de la planta, apretar un poquito con los dedos para asentar la tierra de compost y una vez terminado regar muy suavemente. En el vídeo se puede observar muy bien cómo las plantas después de regadas quedarán un poco caedizas ya que su tallo no tiene mucha fuerza y el agua del riego le hace que queden en ocasiones un poquito tumbadas. No tiene importancia, como se puede observar en la segunda parte del vídeo, hoy lunes ya tenían otra pinta muy diferente, y poco a poco los tallos irán cogiendo más fuerza y aguantarán más mejor el riego. Hay que tener cuidado con el sol los primeros días después del trasplante, pues dentro de invernadero se alcanzan temperaturas muy altas si sale el sol y se suelen estropear en la parte del tallo que asienta con la tierra por ser muy débiles. Por esto hay que taparlas los primeros días hasta que adquieran fuerza en esta zona. Estos días no ha habido problemas con el sol y no he tenido que taparlas. Vaya cambio de tiempo y temperaturas que hemos tenido…