La segunda tanda de cogollo de Tudela que trasvasé del semillero a los tacos se está poniendo bastante bonita y en cuanto levante el tiempo y prepare el terreno la trasplantaré ya a la intemperie. La realidad es que he conseguido algo que llevaba bastante tiempo intentando. Es lo siguiente: Plantar siempre la misma variedad y que la planta sea hermosa y buena. Y digo esto porque antes hacía los semilleros a la intemperie y en esta época, con las temperaturas tan frías, muchas veces no nacían y otras no todo lo bien que deseaba. Luego hacía el trasplante del semillero a la huerta directamente. Si no, tenía que ir al mercado y comprar la planta. Esto último todavía me gustaba menos, porque mi amigo el viverista en esta época no tiene esta variedad de lechuga y tengo que acudir a otros viveristas que suelen tener una planta muy pequeña a la que si le ataca un caracol o un limaco la devoran en un instante. Además, eran muchas las veces que aunque detrás de las misma denominación de ‘Cogollo de Tudela’ las variedades son diferentes. De esta forma haciendo el semillero dentro del invernadero y haciendo el trasvase a los tacos, he conseguido que siempre sea la misma variedad y además obtener una planta con mayor porte que la adquirida en los mercados.