El domingo llevé a casa la primera recogida de cosas ricas para comer, entre ella las primeras guindillas de la temporada. Aunque en el vídeo parece que son un poquito grandes no picaba ninguna. El tiempo que ha hecho hasta ahora no es como para que piquen ya la que las temperaturas están siendo muy buenas para ellas y además están bien regadas con lo que está lloviendo. Esta variedad de guindilla es muy carnosa, con una piel fina y por tanto muy rica para comer. Ya he comentado en alguna ocasión que la semilla lleva en casa más de 50 años. Es una variedad que en realidad no sé de dónde procede, pero lo que sí puedo decir es que es diferente a la de Ibarra, tanto en sabor como en carnosa. Puede que la guindilla de Ibarra le gane algo en sabor (todo hay que decirlo) pero esta como digo es más carnosa y de piel más fina. También podría decir en su favor que le cuesta más desarrollar el picor que a la de Ibarra. En fin, que para gustos lo colores y a mí como me parece que es una guindilla ideal guardo la semilla, como mis antepasados, para que no haya manipulaciones genéticas, que hoy en día es lo que se lleva en toda clase de semillas para que den más producción. En el vídeo se puede observar cómo las plantas han crecido bastante con estos días de lluvia, y es que este agua le ha dado mucho arreón a la huerta.