Esta es una variedad que ya os he contado que pongo todos los años porque me gusta mucho. No es ácido, es muy carnoso y tiene muy poca pepita, vamos, que me parece un gran tomate. La planta crece mucho, puede llegar a los dos metros y medio y ya os he comentado en anteriores oportunidades que le salen muchos chupones y hay que estar continuamente con las tijeras podándolo. Como véis en la imagen, la altura que coge es considerable, no he visto nunca una planta de tomate tan larga. Este año ha perdido casi toda la flor por la parte superior. También podéis apreciar cómo son sus granos. He puesto los bonitos, porque hay algunos, que cualquier día me presento al campeonato de tomates feos que hay en Tudela y seguro que no ando muy lejos de ganarlo.