Ayer estuve mirando si veía algún higo y, efectivamente, hay pocos pero algunos ya se ven. Existe una variedad muy grande en esta clase de fruta. En nuestro caserío tenemos una higuera negra (da higos pequeños muy dulces, no de los grandes) y un par de ellas de higos blancos. Son tan finos que se pueden comer hasta con piel. Hace unos años que derribamos algunas higueras para construir una carretera. Mi madre los vendía en la plaza y tenían buena fama por lo ricos y finos que eran. Ahora bien, presentan un problema. Este higo, cuando llueve, tiene tan fina la piel que se abre. Y una vez abierto, pierde dulzor. Pero tras días de calor y viento sur, no hay higo, ni de Ávila, que lo supere…