Siempre dejo una planta (la que veo más bonita y fuerte) a la cual no recojo ninguna guindilla. Dejo que crezcan todas y que la planta se llene de guindillas. Luego, cuando se pongan rojas, cogeré las más bonitas (largas, rectas y bien silueteadas) para semilla. Ésta es la planta seleccionada este año y podéis ver cómo se ha llenado de guindillas. Ahora toca esperar. De aquí a no mucho tiempo empezarán a ponerse rojas y en octubre, más o menos, las recogeré y las pondré colgando de un hilo hasta el año que viene.