Esta mañana he subido a la huerta con intención de hacer una foto para ponerla en el blog y para que veáis cómo la tengo. Y se me ha ocurrido que podría hablaros del guisante al hacer la foto y observar las hileras ya nacidas.
Existen varias clases de semillas. Probablemente la más precoz sea el Petit Provenzal, que es una variedad bastante resistente al frío y que se puede sembrar temprano. Siempre los siembro en menguante de diciembre y ahora en cuanto mejore un poco el tiempo (porque con el agua que cayó el fin de semana no hay quien entre en la huerta) y crezcan un poco más les arrimaré un poco de tierra y más tarde les pondré la red para que trepen.
También existen otras clases de semillas que quizás sean más finas para la mesa, como son el Príncipe Alberto, Amaikale, Maravilla… que son clases un poco más tardías y menos resistentes al frío, con lo cual si en el mes de febrero nos coge una helada o una nevada puede que nuestra cosecha se vaya al traste.
Pretendo que este blog sea prácticamente un diario de la huerta, en el que vayan surgiendo todo tipo de comentarios. Iré comentando sobre mis cultivos, sobre cómo van brotando y creciendo las cosas y mis experiencias.
Habrá tiempo de hablar también del guisante de lágrima, con el que yo no estoy muy de acuerdo (aunque respeto a todo el mundo). Esta variedad es pequeño de calibre y no da el sabor suficiente porque no le dejan crecer mucho. Para mí un guisante con un poco más de calibre tiene más sabor (es como todo, en la carne, en el pescado, en las verduras…. hay un momento idóneo para la recolección).
Mucha gente considera que cuanto más pequeño, más tierno y más sabor, para mí no es así, aunque para gustos los colores…