Vaya días más bonitos que llevamos: mañanas frescas, más bien frías, pero luego, cuando sale el sol, se está muy agusto en la huerta trabajando. Hoy he estado repartiendo estiércol en el cuadro en el que sembraré la patata. Mañana, si sigue el tiempo así de bueno (espero que sí), pasaré la máquina para mezclar el estiércol con la tierra y dependiendo de cómo vea el tiempo, sembraré la patata. Ya sé que muchos diréis que el menguante todavía no ha llegado. Pero una vez que se me pasa el menguante de febrero, por la posibilidad de mal tiempo ya no lo respeto. Esto tiene una explicación: si en el mes de marzo (por las inclemencias del tiempo) me ocurre lo mismo que en febrero y no puedo sembrar, se hará muy tarde para luego poder sacarlas a últimos de mayo o primeros de junio. Con lo que, una vez de tener la tierra preparada, las sembraré antes de que empiece a llover.