Con estos días de buen tiempo y viento sur las temperaturas están siendo demasiado elevadas para la época del año (no olvidemos que estamos todavía en invierno). Hay árboles que cuando comienzan a subir las temperaturas se despiertan rápido de su letargo invernal, como le ha ocurrido a este ciruelo que tengo en la huerta. La verdad es que está precioso, lleno de flor. Pero luego ocurrirá lo de siempre: cuando tenga que cuajar la flor vendrá frío y lluvia, y no cogerá el fruto, con lo que un año más me quedaré sin probar sus ciruelas.