Como dije en el anterior comentario, los tomates se habían pasado de la medida para plantar y ya, una de dos, o los plantaba o no me quedaba más remedio que tirarlos, dada la altura que tenían. Menos mal que cuando hizo buen tiempo, en marzo, estuve cavando parte del terreno y lo cubrí con plásticos. Si no, a ver quién es el guapo que se pone ahora a meter la máquina para preparar la tierra para plantar. No dudo que cavar y tapar con plásticos sea más trabajoso, pero ahora descubrirlos y comenzar a plantar es un lujo. Sería bueno que, aunque llueva, al menos no haga frío para los tomates, pero me parece que va a ser mucho pedir. Los pronósticos no son favorables. He plantado de momento sólo de la variedad ‘Jack’, y estos días, si me deja un poco el tiempo, iré plantando el resto de las variedades. De todos modos tengo intención de hacia mediados de mayo poner otra tanda de tomates (estos últimos los traeré del invernadero de mi amigo Zaldune de Ibarra).