Buena labor la que hicieron los bomberos el miércoles al anochecer, retirando el nido de avispas asiáticas que habían anidado en una acacia cerca de la huerta. Y digo buena labor porque no era nada fácil acceder y actuar en el lugar en el que habían anidado. Los bomberos, que tuvieron que utilizar la escalera mecánica y cortar ramas hasta llegar al nido, no pudieron coger a todas las avispas dentro, ya que llegar al lugar, como digo, era bastante complicado. Hoy por la mañana todavía se veían revolotear algunas cerca de donde había estado el nido y algunas otras por el suelo a causa del veneno que emplearon los bomberos.
El martes por la mañana estuvo en la huerta un apicultor que tiene cerca unas colmenas de abejas y me estuvo explicando cómo actuan estas avispas y el peligro que realmente tienen.
Me dijo que si el nido está en un lugar accesible es muy fácil terminar con ellas, ya que hacen el nido totalmente cerrado, con un pequeño orificio por el cual entran y salen. La manera de terminar con ellas es con un spray venenoso y un pequeño tubito. Cuando es prácticamente de noche están todas dentro del nido. Entonces, se introduce el tubito por el agujero de entrada y salida y se inyecta el veneno en el nido sin dejar que salga ninguna, con lo que en pocos minutos quedan todas muertas en el interior del nido. También me comentó como actúan contra las abejas. Me dijo que el había puesto una regleta en sus colmenas, disminuyendo el espacio de entrada y salida, de manera que pudieran pasar las abejas pero no las avispas. Aún así era igual, las avispas esperaban a las abejas fuera de las colmenas, y les atacaban en cuanto salían. Las avispas atacan a las abejas al vuelo, las cojen y se las llevan a un lugar cercano, donde las matan y se las comen.  Incluso cuando sacian el hambre siguen matando y se llevan las abejas muertas al nido.
Tambien me comentó que un nido de estos tiene una vida de un año, pero que pueden nacer unas 140 nuevas reinas en ese periodo, con lo que al año suguiente podrían crearse unos 120 nuevos nidos. Todo esto demuestra que el peligro que presentan las avispas asiáticas es mucho más serio de lo que algunos se creen.