Ayer estuve recogiendo algunas calabazas. El otro día llevé una a casa, la abrí y ya estaba muy roja y bonita. Hay gente que no sabe cuándo recogerlas y es muy fácil. Se nota enseguida. Cuando la calabaza está madurando cambia de color –pasan de estar verdes a un tono más gris y les salen como unas vetas un tanto amarillentas–. Si no se recogen, hay ocasiones en que se suelen pudrir por estar en contacto con la tierra, y si llueve mucho se pudren más fácil. Hay ocasiones en que se suelen abrir y la verdad es que no sé por qué motivo, ya que no se abren por ninguna parte que esté en contacto con la tierra, suelen hacerlo normalmente por un costado o por arriba. Como veis en la imagen he recogido algunas de buen tamaño, aunque de momento no he batido el récord que tengo con una de 26 kilos.