Este año con retraso de un meguante he estado sembrando los guisantes. El sábado dando una vuelta por el monte y viendo las huertas, me estuve fijando la cantidad de gente que tiene el guisante ya nacido e incluso algunos ya con 20 cms. de altura. Hay gente a la que le gusta mucho sembrar el guisante en noviembre, incluso en octubre. A nada que los meses de noviembre y diciembre el tiempo acompañe, el guisante se desarrolla fácil y suele ponerse muy bonito. El problema surge si en el mes de enero y febrero vienen días de mucho frío. Porque así como las habas suelen aguantar muy bien las heladas, el guisante (y sobre todo si está grande) sufre bastante más. Pero bueno, cada maestrillo tienesu librillo…
Otra manera es la forma de sembrarlos. Comentado con un amigo, me dijo que él los sembraba echándolos a voleo por los surcos. Le dije que no es la mejor forma de hacerlo, Cuando menos, no es como a mí me han enseñado. Diréis que soy un poco ‘tiquismikis’, pero con un poco de paciencia la mejor forma para sembrarlos es haciendo ‘zig-zag’, como si de unos dientes de sierra se tratara, dejando entre uno y otro, unos dos centímetros más o menos.
Este guisante es corto y quizás sea de lo que más rápido viene. Hay otras variedades, como el ‘Principe Alberto’, ‘Maravilla’… que aunque vienen un poco más tarde, es un guisante más fino para degustar.