No todos los años por esta época suele estar así de bonito (grande y con un verdor tan atractivo). Lo normal es que estuviera más pequeño, pero este año le he dado un par de cortes a ras de tierra y le ha venido muy bien. Estos cortes hacen que toda la planta se rehaga de nuevo y así no hay ramas viejas que se van quedando amarillas. También es verdad que el tiempo le ha acompañado y todavía no ha hecho mucho frío. Tendré que mandarle a Karlos Arguiñano unas ramitas para que comente sobre su calidad…