Menudo tiempo está haciendo desde hace más de una semana. No se puede ni poner un pie en la huerta, justo mirar y desde la esquina. Las habas nacieron bastante bien y menos mal que están pequeñas por que si no el viento que ha hecho estos días las hubiera bailado bien (seguro que las hubiera roto). De momento parece que han aguantado bastante bien. Los guisantes justo han comenzado a nacer, y con tanta agua es fácil que algunos se pudran, aunque como la tierra está en cuesta no se suele encharcar y esto hace que se pudran menos. Lo peor de todo es que no parece que vaya a levantar el tiempo y la verdad es que un poco de sol les vendría bastante bien para que les diera un poco de alegría. Si mañana me da un poco de tregua el día, tengo intención de corregir con unas cuerdas las ramas de los árboles que planté el año pasado, para que cojan forma de paraguas. A ver si de cara al menguante de febrero va cambiando el tiempo y nos deja hacer algún semillero de lechuga.