El sábado estuve haciendo los semilleros de tomate, guindillas y pimiento. De tomate este año he puesto cuatro variedades diferentes, tres ya conocidas -‘Jack’, ‘Verdes’, e ‘Igeldo’-, y la cuarta variedad es una semilla que me regaló el amigo bloguero Txomin. Es una variedad muy parecida a la que tengo yo de Igeldo, incluso la planta podría decirse que es idéntica, la diferencia estriba en que los granos son planos a diferencia de los que yo tengo que son puntiagudos y que quizás los de Txomin sean un poco mayores de tamaño. La variedad de guindilla, como siempre la de casa, y por último los pimientos ‘Dulce Italiano’.
Con respecto a la forma de cómo hago los semilleros os la comento por si a alguno le interesa:
Me suele gustar hacerlos en cajas de pescado (de stiropor blanco), debido a que cogen el calor muy rápidamente. Primero echo una capa de unos cuatro o cinco centímetros de estiércol de vaca a poder ser vivo (no podrido) y lo aplasto un poquito. A continuación, una capa de tierra de la misma huerta, cogida de alguna zona donde esté suelta y esponjosa. Después, una capa de unos tres centímetros de tierra de compost. Aplastamos suavemente un poco y depositamos las semillas procurando que no estén juntas unas a otras. A continuación echamos otra capa de tierra de compost de un centímetro y una ligera capita de helecho podrido para que cuando reguemos el agua filtre bien y no se mueva la tierra de compost. Aplastamos con algún taco un poquito el helecho y seguidamente regamos de forma muy suave. Si no tenemos helecho, lo mejor es empapar la primera capa de tierra vegetal, antes de echar las semillas y posteriormente echarlas, a continuación la segunda capa y aplastar suave con el taco. Y de aquí en adelante a luchar, que como decía aquel ‘la huerta es una lucha constante y aunque no siempre muy gratificante’.