Entre el domingo y ayer lunes cavé con la máquina el cuadro donde sembraré la patata. Pensaba que la tierra iba a estar un poco más humeda después de todo lo que ha llovido y me iba a costar dejarla esponjosa. Pero no, al estar el terreno en cuesta no se encharca y además, como es una tierra bastante arenosa, se seca con más facilidad que otras que guardan más la humedad. Estos días de viento sur hará que la tierra quede muy “goxua” para sembrar. Ahora y antes de que llueva (ya que si llueve queda la tierra muy “motela” para hacer los surcos) haré la siembra. Hace unos días estuve comprobando si a las patatas les habían comenzado a salir los brotes y, efectivfamente, ya los tenían.