Nunca había tenido un año tan malo de guisante, jamás se ha estropeado de la forma que lo ha hecho este año. Como os dije el otro día al guisante que pongo, los calores fuertes en esta época no le van nada bien, pero es que lo de este año ha sido ‘visto y no visto’. Los primeros calores quemaron la flor, pero yo pensaba que seguirían creciendo y volverían a sacar flor. Pues no, lo que ha ocurrido es que han dado la flor que había cogido al principio y después se han secado. No he recogido ni la cuarta parte del año pasado. A ver si puedo quitarlos lo antes posible y sembrar calabazas o vainas para el menguante de mayo.