Ya comenté que las guindillas brotarían unos 8 o 10 días más tarde que los tomates y así ha sido. Lo que ha ocurrido es que no están saliendo todas a la vez y eso es por la falta de calor en el invernadero a la hora de nacer. Si el invernadero tiene el calor suficiente el nacimiento de las semillas suele ser bastante homogéneo; por contra, si hay falta de calor, además de nacer menos semilla, éstas vienen de forma más escalonada. Esto ocurrió con el tomate, que cogió días de sol y calor y el invernadero tenía una temperatura óptima, con lo cual todas las plantas nacieron prácticamente a la vez. Como se ve en la imagen, la guindilla ha brotado ahora; ya se ven las primeras hojitas. Ahora estoy vigilando el pimiento, que aún no ha brotado, pero poco le faltará. Si os fijais, en la imagen hay un pequeño círculo negro, es un caracol. Cuando se hace un semillero es muy aconsejable esparcir un poco de veneno antibabosas por las esquinas. El caracol puede estropearnos los nuevos brotes del semillero.